En el homenaje a Cruyff, a Zidane se le ocurrió aparcar un autobús en el Camp Nou

Zidane.
El misterioso 'efecto Zidane'. / RRSS

El Madrid recordó al Barça anterior a la llegada de Cruyff al banquillo, cuando lo único que celebraba en toda la temporada era ganarle un partido a su eterno rival.

En el homenaje a Cruyff, a Zidane se le ocurrió aparcar un autobús en el Camp Nou

El 2 de abril de 2016 pasará a la historia como el día en el que el fútbol le rindió un sentido homenaje a Johan Cruyff, aunque algunos solo recodarán la jornada porque consiguieron una intrascendente victoria que les permitió mantener el tercer puesto en una liga de dos.

Tristemente el último clásico sirvió para confirmar lo que ya sabíamos: que, por desgracia para el fútbol, no todo el mundo ha sabido asimilar las enseñanzas de Cruyff. Por eso resultó hasta dañino para la vista ver como todo un Real Madrid se atrincheró en el Camp Nou, sin ningún tipo de rubor, y se dedicó a destruir y a largar zapatazos arriba a la espera de un milagro en forma de galopada, mientras sus futbolistas más talentosos se quedaron en el banquillo reducidos a ser unos meros figurantes. Y todo eso ante la complaciente mirada del Visir de Chamartín que cuando ve un partido de fútbol pone la misma cara que las vacas cuando ven pasar un tren.

El bipolar Zidane, que en su época de futbolista alternó momentos de luces con no pocas sombras, optó por su lado más oscuro y su equipo recordó al francés que pasó a la historia por haber agredido salvajemente a un rival en la final de un Mundial. Ver a once jugadores – perdón, doce con Hernández Hernández - por detrás del balón, apretando el culito, reduciendo los espacios y sacando la guadaña ante la permisividad arbitral, nos hizo añorar al Madrid de Benítez quien, con los mismos mimbres, jugaba más al fútbol. Vamos, que 'el efecto Zidane' no es más que la versión low cost del equipo que dirigió el anterior inquilino de la silla eléctrica – perdón, del banquillo – merengue.

Hay veces que la diosa fortuna nos coloca en el momento justo en el lugar apropiado. Y eso fue lo que le sucedió al Real Madrid de Zidane, invitado de lujo en el homenaje a Johan Cruyff. Pero solo los mediocres no saben aprovechar sus oportunidades y prefieren rebozarse en el fango antes que demostrar su supuesta grandeza. Y a eso algunos le llaman la FELIZIDANE. @AleguimaD

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