Descenso de la Ponferradina, que pierde el 80% de sus aficionados en favor del Real Madrid

La Ponferradina desciende
La Ponferradina desciende.

El Real Madrid recibe con alegría el descenso de la Ponferradina tras perder su duelo con el Mallorca. Los aficionados blanquiazules vuelven a casa.

Descenso de la Ponferradina, que pierde el 80% de sus aficionados en favor del Real Madrid

Os preguntaréis que hago aquí hablando de un equipo de Segunda División, bueno, ya de Segunda División B, tras consumarse su descenso en la jornada de ayer tras caer derrotados en casa ante el Gerona.

La explicación es simple: soy de Ponferrada, que no de la Ponferradina. Un amplio sector de la ’afición’ de la Ponferradina, uno de los equipos locales, representa lo que podemos llamar mercenariazgo futbolístico. Es decir, nadie es realmente de la Ponferradina, sino que se usa al equipo como refugio - inconsistente - ante los males del verdadero equipo del pueblo, que no es otro que el Real Madrid. No es Ponferrada -véase A Coruña- el único ejemplo de dicho comportamiento.

Las pruebas son irrefutables. Cuándo en Ponferrada, hace 20 años preguntabas a alguien de que equipo era, te miraba con el asombro propio de una persona a la que estás intentando tomar el pelo y se da cuenta. Excepcionales eran los casos en los que alguien te decía del Barça, y marginales los que te contestaban del Atleti. Los que se veían obligados a responder y no les gustaba el fútbol, soltaban el Athletic, que se les quedó en los corazones a principios de la década de los 80. Pero nadie, ni uno solo, contestaba que era de la Ponferradina, que jugaba con una iluminación deficiente en el antiguo estadio de Fuentesnuevas ante la atenta mirada de absolutamente nadie.

Sin embargo, un par de ascensos acompañados de un Real Madrid relegado al segundo plano futbolístico, hizo que el número de seguidores de la Deportiva -como así la llaman mis paisanos aborígenes-, creciese exponencialmente. Hasta que en una semana, marcada por el atraco de Milán - del que la Ponferradina hizo apología en su cuenta de twitter - y el descenso del Toralín todo se ha desvanecido comenzando a producirse una inevitable involución del aficionado blanquiazul, que hará desaparecer las franjas garzas de su camiseta, para volver al inmaculado blanco que nunca debió compartir. Ayer al consumarse el descenso, alguno sin disimulo ya se iba de cortos al grito de "jugadores, mercenarios".

He de confesar que para mi es un alivio que haya una división más de distancia entre señor y vasallo, entre Madrid y Ponferrada, que ya bastantes filiales tienen los blancos en primera como para que se diera la ocasión de disputar el mismo campeonato y regalarles a los merengues otros seis puntos al más puro estilo Getafe o Espanyol. Y no se podría esperar otra cosa de un equipo que allá por 2011 se enfrentó a los blancos en la Copa del Rey, les hicieron siete, y para celebrarlo sacaron un DVD conmemorativo, en un acto de vasallaje tal que traspasa los límites de la indignidad y el autoinsulto. 

Lo siento por la Ponferradina, cuya masa social se verá claramente resentida; y lo siento más aún por el Madrid, cuya volumen de pipas por centímetro cúbico crecerá sustancialmente. Suerte a los primeros. @SirDanielC

> Este artículo también ha sido publicado en la web del autor http://www.bloggol.es

 

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