Las derrotas de la selección española se perdonan, pero no la mala educación

afición española en barajas
Aficionados españoles en Barajas.

Para celebrar victorias todo el mundo se apunta, pero cuando llegan las derrotas los cobardes desaparecen. ¿Es de recibo la reacción de los internacionales españoles?

Las derrotas de la selección española se perdonan, pero no la mala educación

Para celebrar victorias todo el mundo se apunta, pero cuando llegan las derrotas los cobardes desaparecen. ¿Es de recibo la reacción de los internacionales españoles?

Ganar o perder, clasificarse para la siguiente faso o hacer las maletas y volver para casa precipitadamente. Todo esto forma parte del fútbol, del deporte. Para celebrar victorias todo el mundo se apunta, pero cuando llegan las derrotas los cobardes desaparecen.

Tristemente así ha sido el regreso de la selección española tras firmar un Mundial lamentable. Y así los jugadores no salieron a saludar a los aficionados que se habían desplazado hasta el aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas, y abandonan la terminal desplazándose en furgonetas. La gente que estaba allí esperándoles simplemente quería saludar y fotografiarse o conseguir un autógrafo de sus ídolos.

A cualquier deportista se le puede perdonar el fracaso deportivo. En este caso, la selección española fue inferior a sus rivales y cayó eliminada a las primeras de cambio. Lógicamente, recibieron -  y seguirán recibiendo – críticas. Pero  a quienes no les pueden dar la espalda y faltarle al respeto es a los aficionados que siempre están apoyando, incluso en los momentos más duros y desagradables.

Habrá que repartir las culpas, ya que si fueron los jugadores los que no quisieron salir a saludar a sus incondicionales, la propia Federación tendría que haberles obligado a hacerlo. Lo más triste es que no solo fracasaron sobre el césped. Seguro que España volverá a ganar y volverá a perder, y esperemos que en ambos casos sepa comportarse.

Comentarios