Un Deportivo reconstruido en todas sus líneas se impone al Valencia en Riazor

Saltó la sorpresa en Riazor. El técnico Victor Fernández aprovechó el parón liguero para reestructurar un equipo que se mostró superior al Valencia durante los 90 minutos.

Como en aquellas clásicas ecuaciones de segundo grado que a los más viejos nos enseñaban en segundo de BUP, está claro que todo tiene un punto de inflexión. El del Depor ha llegado después de quince días de intenso trabajo. Quizás  aquello que reclamaba el equipo era precisamente eso,  tiempo. Desde luego, ignoro cuales son las razones, pero el parón liguero al equipo herculino le ha venido de perlas.

Frente a los chés, todo funcionaba a la perfección. El Depor estaba bien asentado atrás, el mediocampo se manejaba con fluidez,  y apoyaba en labores defensivas; y lo más importante de todo, la contra era rápida y letal. El técnico maño introdujo una serie de cambios estructurales que dieron sentido a toda una maquinaria puesta en funcionamiento por y para ganar.

La portería ganaba muchísimos enteros con Fabricio, en detrimento de un Lux que ya en la categoría de plata había dado señales de flaqueza en los balones por alto. La velocidad de Juanfran y Fariña desbordaban  en banda dotando al equipo coruñés de muchísima más rapidez en la contra. Y ya por ultimo, un Wilk intratable en tareas destructivas en el mediocampo hizo del Deportivo de La Coruña un equipo sólido en todas sus líneas.

Las rotaciones en banquillo fueron acertadas y dieron un respiro a los ya desgastados Lucas Pérez y Cavaleiro. Este último sustituido por un Toché que sigue rentabilizando sus minutos en el terreno de juego con un magnifico mano a mano frente a  Yoel, que se resolvió con el tercer gol para los blanquiazules.

Fernández dejó claro que todo era cuestión de tiempo, en este caso fue la propia Liga la que se lo dio. Y también lanzó un claro aviso para navegantes: la titularidad va a estar muy cara durante esta temporada y los descartados tendrán que luchar muy fuerte para entrar en un engranaje que ayer se vió engrasado a la perfección.

La victoria del Madrid en Levante acrecienta si cabe la importancia del triunfo frente al Valencia, que nos hace pensar en una remontada deportivista y un cambio de actitud de cara al partido en casa del Espanyol.