El demencial partido de Sergio Ramos contra Croacia complica el futuro de la selección

Sergio Ramos se lamenta tras su fiasco. / RRSS
Sergio Ramos se lamenta tras su fiasco. / RRSS

Sus errores en los goles croatas, el fallo en el penalti y su reiterada indisciplina táctica llevan a España a jugar las eliminatorias por la parte más complicada del cuadro.

El demencial partido de Sergio Ramos contra Croacia complica el futuro de la selección

El demencial partido que jugó Sergio Ramos contra Croacia le complica el futuro en la Eurocopa a la selección española. Sus errores en los dos goles croatas, el fallo en el penalti y su reiterada indisciplina táctica llevan a España a jugar las eliminatorias finales por la parte más complicada del cuadro.

El que escucha al himno mirando al cielo elevando la cabeza cual contorsionista a punto de desnucarse, el que utiliza muñequeras con los colores de la bandera para demostrar que es más español que el porompompero, pero al mismo tiempo es el que se borra de las llamadas del seleccionador llegando a alegar ataques de lumbago curados milagrosa y misteriosamente en tiempo récord, sufrió en el partido decisivo contra Croacia un nuevo ataque de ego de consecuencias nefastas para su querida selección… tan querida como que llegó a declarar que prefería ganar la décima con su club antes que el mundial.

Y así ayer, tras no recuperarse del ataque de celos sufridos en el primer partido de la Eurocopa contra la República Checa en el que Piqué acaparó todo el protagonismo, decidió que el brazalete de capitán le daba patente de corso para realizar un partido pensando única y exclusivamente en su mayor gloria. A eso hay que añadirle una peligrosa dejadez de funciones por parte del seleccionador, que le consintió que lanzase un penalti decisivo estando en el campo Cesc, Silva, Aduriz o Iniesta, y le permitió unas alegrías tácticas que descosieron el sistema defensivo español justo cuando había que abrochar el empate.

Pero tranquilos, para la mayoría de los medios de comunicación las cagadas de Sergio Ramos fueron meros lances del juego, siendo los culpables de la derrota el calor – creo que a estas horas Camacho sigue insistiendo en lo mismo -, De Gea y sus presuntos problemas con la entrepierna, la inventada falta de respeto de Piqué al himno o las tontorronas declaraciones de Pedro.

En fin, todo vale para disculpar a la gran mentira del fútbol español de los últimos años, un jugador que está para partido de homenaje, aunque al final los botarates al servicio del todopoderoso Florentino Pérez volverán a nombrarlo mejor central del año y lo incluirán en todos los equipos ideales de la temporada ante los aplausos de la borregada. @Bajarlaalpasto

>Este artículo también está publicado en el blog www.bajarlaalpasto.com

 

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