¿Cómo se puede explicar la decadencia del Calcio después del triunfo de Mourinho?

José Mourinho, entrenador del de la Roma, reciente campeón de la Conference League / RR SS
José Mourinho, entrenador del de la Roma, reciente campeón de la Conference League / RR SS
El título que acaba de conseguir la Roma del técnico lusitano, simplemente certifica que las cosas no se están haciendo bien en el fútbol italiano.
¿Cómo se puede explicar la decadencia del Calcio después del triunfo de Mourinho?

El fútbol italiano está viviendo una constante crisis desde que alzaron la Copa del Mundo en 2006. Después de besar la gloria en Berlín, algo cambió en el seno del otrora fútbol más importante del planeta. 

Los años ochenta y noventa fueron sin duda la edad dorada de los clubes italianos. Habían figuras por doquier, tanto en los terrenos como en los banquillos. Platini, Maradona, Pasarella, Falcao, Glenn Strömberg, Zico Gullit, Van Basten, Matthäus, Rummeniege, Boniek, Ronaldo Nazario, Zinedine Zidane, Del Piero, Totti, Batistuta,  eran guiados con la maestría de mentes privilegiadas como Arrigo Sachhi, Giovanni Trapattoni, Fabio Capello, Marcelo Lippi, Carlo Ancelotti entre otros, que continuaron el legado de Helenio Herrera y compañía. 

Parecía que durante el siglo veintiuno continuaría el dominio en la competiciones continentales, y así sucedió por un breve espacio de tiempo, pero fue llegar el triplete de José Mourinho con el Inter de Milán, y el calcio se vino abajo. Desde el 2010 ni la Champions League ni la UEFA Europa League, han visto a ningún capitán de alguna squadra de la Serie A, levantar los trofeos de campeones de estos torneos. 

Son doce años de sinsabores, de muy amargos ratos, de un juego mediocre que no está acorde con la rica historia futbolística de Italia. Ya no saben defender y para colmo tampoco saben atacar. Tuvo que venir precisamente Mourinho para que la Roma rompiera con el maleficio, pero solo ocurrió gracias a que a Aleksander Ceferin sacó de la nada un nuevo torneo, que tiene tan poca relevancia, que más de un entendido no sabía que se disputaba la final el 25 de mayo.

La opinión de un experto

Il Corriere dello Sport conversó con Fabio Capello. El mítico director técnico con una basta experiencia en el fútbol internacional, no tiene dudas en dónde radican los males del fútbol de su país: "El fútbol italiano está muy por detrás de los demás. El balón no se mueve rápido, los árbitros hacen sonar el silbato con demasiada frecuencia(...) Cada desafío es una falta, por lo que nunca hay intensidad”, dijo el retirado exseleccionador de Inglaterra y Rusia.

Su análisis no quedó solo allí: “El mayor problema sigue siendo que los mejores jugadores ya no vienen a Italia. No aprenderás nada si no conoces a los mejores. Necesitamos estadios e infraestructuras”.

¿Dónde están los cracks?

Hay que remontarse al 2007 para encontrar al último Balón de Oro que ganó el galardón jugando en Italia: el brasileño Kaká. ¿Y Cristiano Ronaldo? El máximo goleador histórico del Real Madrid, mudó su talento a la Juventus, pero en Turín a pesar de sus buenos números, fue incapaz de mostrarse tal y como lo hacía en el Santiago Bernabéu, porque sus mejores años los vivió en España sin lugar a dudas. 

Es una realidad incuestionable, ningún crack mayúsculo en sus mejores años,  continuará su carrera en la Serie A. Los grandes jugadores se van a la Premier League, LaLiga o en todo caso circulan por el Bayern Múnich y el PSG.

No es un problema de dinero precisamente, porque la Juventus, Inter y el Milan han invertido muchos millones de euros, con fichajes como el de CR7, Lukaku, De Ligt o el de Vlahovic. Hay dinero, quizás no como en la Premier League, pero sí lo suficiente como para atraer a jugadores muy interesantes.

Otro dato que lo demuestra es que desde 2012, los tres grandes entran en la exclusiva lista de clubes con más gastos en concepto de fichajes, gracias a los desembolsos de 1.542 millones (Juventus), 884 millones (Milan)  y 1058 millones (Inter) de euros respectivamente, pero en ninguno de los casos, se ha visto reflejado en una mejora del rendimiento en los torneos internacionales en los que participaron. Es decir 0 títulos. 

El ejemplo del Milan

Los rossoneros tras 11 años sin ganar el Scudetto, volvieron a probar las mieles del triunfo en este curso. El gigante de San Siro es el reflejo de casi todo lo que se hizo mal, durante todo este tiempo en el torneo local.

Malos fichajes, mantener un bloque muy grande de jugadores veteranos y pocos productos de la cantera en el primer equipo. El cambio de dueños y el trabajo de Paolo Maldini desde los despachos y de Stefano Pioli como entrenador, podría revertir la dinámica negativa de cara al futuro.

Copiando a Guardiola

La pobre imagen del campeonato local se ve reflejada en la selección mayor. Por segunda vez sucesiva, la azzurra quedó apeada del Mundial de Fútbol. El título de la Eurocopa fue un espejismo y los de Mancini cayeron humillados en su propia casa, ante Macedonia del Norte.

Otro símbolo inequívoco, que hoy más que nunca, el calcio tiene que refundarse y volver a sus orígenes con la presión asfixiante, la fortaleza defensiva sin olvidarse de la eficiencia y el juego directo en el ataque.

Que se olviden de una vez por todas de imitar a Guardiola como lo dijo Capello en una oportunidad, cuando cargó contra el modelo de toque y posesión que intentaron copiar, sin contar con futbolistas de calidad similar. Lo que tienen que hacer es desempolvar el legado de mago Helenio Herrera con el catenaccio como referencia, para que la Serie A  y la selección nacional vuelvan al lugar que les corresponde. @mundiario

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