El Deportivo afronta con Cristóbal Parralo una nueva etapa de esperanza
"Estoy convencido y seguro de que este equipo va a salir adelante", dice el técnico deportivista, que venía desarrollando un buen trabajo al frente del filial del Dépor.
El deportivismo sufre una crisis de resultados que ha llevado al club, desde la campaña 2010-2011 en que descendió a segunda división, a ocupar lugares de descenso en las clasificaciones de los últimos años.
Una situación que ha sumido a sus seguidores en un negativo pesimismo del que no se ve fácil salida. El deportivismo ha demostrado un largo aguante ante una directiva, entrenadores y jugadores que no han ofrecido ni fútbol, ni espectáculo, ni afán de lucha, ni ganas de salir de esta situación.
Los accionistas, socios y aficionados del anteriormente llamado Eurodepor y Superdepor han visto pasar por Riazor a equipos con menos presupuesto, equipos en teoría inferiores, equipos recién ascendidos que se están llevando años tras año los puntos necesarios para, no solamente dar tranquilidad al aficionado, sino algo más importante, poner al equipo en el lugar que por presupuesto le corresponde: del medio de la tabla hacia arriba.
Ahora llega un nuevo entrenador, uno más de la lista interminable de los últimos años desde el desgraciado descenso de 2010-2011 en que empieza la “Longa noite de pedra”. Un entrenador joven, preparado, con ganas, que ha demostrado ascendiendo al segundo equipo, el Fabril, con jugadores muy jóvenes a los que ha sabido inculcar su sistema, planteamiento de ataque por las bandas y repliegue en bloque, uniendo líneas, formando un grupo de lucha y garra, de ataque, algo que en Riazor se ha echado de menos en los planteamientos de los últimos entrenadores, más proclives a asegurar la puerta.
¿Nos liberará Cristóbal de la “Longa noite de pedra” en que está sumido el club desde la temporada 2010-2011? El deportivismo está cansado, agotado de esperar resultados que por presupuestos y plantillas le corresponde.
Es necesario que el entrenador goce de la libertad total para que tome las medidas que crea convenientes, sin dolerle prendas, que pueda prescindir de los jugadores que no quieran darlo todo en un proyecto que haga levantar la cabeza a todo el deportivismo.
Hasta aquí hemos llegado, parecen decir todos los aficionados, ni un paso atrás, se ha pisado ya la raya del límite de aguante.
Hasta aquí hemos llegado, parecen decir todos los aficionados, ni un paso atrás, se ha pisado ya la raya del límite de aguante. Ahora, si el entrenador no actúa en consecuencia, la directiva se la juega, ya no se puede mirar otra vez al banquillo.
Deseamos al nuevo entrenador, mister Parralo, Cristóbal, que no vacile en tomar decisiones aunque sean problemáticas, que sea capaz de apartar a los que no sumen lucha, garra y ganas, exigencias para que los jugadores se impliquen en conseguir el objetivo que no es otro que ocupar el puesto que por presupuesto le corresponde al Depor: de mitad de la tabla hacia arriba.
"Estoy convencido y seguro de que este equipo va a salir adelante", dice el técnico deportivista, que venía desarrollando un buen trabajo al frente del filial del Dépor.Si el entrenador lo logra, el Depor puede, por fin, haber conseguido un inquilino durante muchos años en el banquillo de Riazor. En las manos de Cristóbal está en conseguirlo. Suerte. @mundiario
