La Copa América será el inicio de la última oportunidad para Neymar Jr.

Se dijo desde hace mucho tiempo en este mismo espacio, de que Neymar había pasado de ser el nuevo Pelé a ser la nueva Kim Kardashian. El futbolista del PSG ha visto cómo su carrera se está viniendo abajo desde hace tiempo ante la ausencia de grandes notas deportivas y la creciente, así como alarmante acumulación de escándalos dentro y fuera de la cancha.

El jugador prepara actualmente la Copa América con su selección, la cual se disputará en su país (Brasil). Desde su lesión en el Mundial de 2014, el país sudamericano espera impaciente una nueva aparición del que apuntaba a ser su líder espiritual pero que, a sus 27 años, todavía no tiene en su hoja de servicios un solo torneo de alto nivel bien jugado con la canarinha. Y lo peor es que las circunstancias que le rodean para esta edición del torneo continental no invitan a pensar en una actuación positiva.

Desde que llegó al PSG, Neymar se ha peleado con sus compañeros de equipo, entrenadores, la afición le ha pitado pese a ser considerado el jugador franquicia de los parisinos, se ha lesionado dos veces en el momento clave de la temporada y no ha sido relevante en ninguno de los tres grandes títulos que ha ganado el club desde su llegada. La reciente polémica en la que se le acusa de haber violado a una mujer en un hotel de la Ciudad de la Luz no ha hecho sino agitar el debate en torno a su figura.

La Copa América abre la recta final para salvar su carrera. Una mala participación (entiéndase no ser campeón o lesionarse -de nuevo- en la parte final del torneo) le condicionaría anímicamente para el nuevo ejercicio con su club, convertido en una olla de presión a punto de explotar en parte por culpa suya también. Parece que ya todo mundo le ha perdido la paciencia, salvo su seleccionador nacional Tite y la cúpula del PSG. Neymar está a las puertas del último tren que le queda. Si no lo hace, y aunque suene exagerado, no sorprendería que termine en China. @mundiario