Los clubes de fútbol y El juego del calamar
La serie de Netflix El juego del calamar generó millones de espectadores en todo el planeta, convirtiéndola en la más vista de las producciones de la plataforma. Nunca la historia una especie había sido tan conocida y popular para la gente. ¿Cuántos clubes están aprovechando el tiempo real y las oportunidades que ofrecen cosas que en apariencia aparecen siendo desconocidas y sin sentido, pero que, sin embargo, pueden hacer que crezcan y se conozcan como nunca antes?
Hoy en las propiedades deportivas o clubes está todo conectado con todo. No debe haber estructuras por sectores que no estén conectadas con otros sectores, ni tampoco marcas patrocinadoras que no estén conectadas con los hinchas y los socios, para poner en valor aquellas marcas que han aprovechado su lugar en el fútbol para crecer junto a los que quieren los colores de un equipo y los lleguen a amar.
El mundo offline y el online ya son parte de un mismo ecosistema en los clubes y no dos mundos separados. No hay diferencia: hay branding, marketing y hay comercio en diferentes canales de los clubes que se deben crear o fortalecer, utilizando diferentes herramientas y redes para llegar a los diferentes públicos de todas las edades, en diferentes momentos, con ofertas de servicios y productos, como la camiseta del equipo y sus ídolos. En una nueva realidad ya no hay más hinchas o socios, hay hincha y socio individuales. Cada persona es personal.
Pero para alcanzar ese objetivo de personalizar cada acción, se debe considerar un eje central estratégico: la creatividad, remarcando que es importante entender el concepto para llegar a la innovación, que solo debe ser concebida como un cambio de mentalidad, que derrote la violencia, la falta de transparencia, la corrupción y el negocio de las barras bravas y el descuido del hincha y deportistas.
Mientras los expertos en marketing y comunicación siguen hablando del Big Data, lo que se necesita no son más datos sino una mentalidad nueva para enfrentarnos a esta nueva era de los clubes. Se debe invertir en los juveniles, en los futuros talentos, pero aún más en herramientas tecnológicas. Cuando el club funciona bien es muy querido y admirado, ya en esa instancia no tienen mas hinchas, tienen devotos fieles. Es muy distinto conocer un club que sentir un club.
¿Y cómo han de enfrentarse los clubes a ello? Tratando de entender la nueva realidad en donde nos encontramos. Tenemos generaciones de socios o hinchas que vienen con nuevas actitudes y comportamientos que tienen que conocer al equipo y su historia, trabajar los valores que las propiedades deportivas pregonan, que la hace ser lo que son. @mundiario
