El circuito de Red Bull se estrena en la Fórmula 1 con una victoria de Rosberg

A veces sucede en la vida que cuando todo está preparado para que salte la sorpresa, la sorpresa final es que todo sigue igual. Tras la clasificación del sábado, con un sorprendente Massa en pole y secundado por su compañero Bottas, había perspectivas de podría verse una carrera diferente. Entre las diferencias destacables aparecía un tal Fernando Alonso, que apuntado al día de las diferencias salía en cuarta posición. La peor parte se la llevaban los chicos de la bebida energética, que estrenando el circuito propiedad de Red Bull, parecían barruntarse un “maracanazo” en toda regla. Ricciardo quinto en parilla y Vettel duodécimo, no aventuraban nada que celebrar para Dieter Mateschitz bajo el tremendo toro de 60 toneladas que preside el circuito. Mientras tanto los de Mercedes un poco perdidos y apretados, no hay costumbre de tener coches por delante en la parrilla de salida. Rosberg tercero, le sacaba brillo a la calculadora, mientras que Hamilton noveno buscaba líneas imaginarias en su mente para despejar a la “plebe”.

La salida

En un circuito en el que no estaba muy claro si los adelantamientos serían sencillos las esperanzas se centraban en la salida. Sorprendía de inicio un sólido Massa que con una impecable salida lograba mantener la primera plaza sin sobresaltos. Peor irían las cosas para Bottas que se vería superado por Rosberg en la primera curva, aunque tras comprobar el ímpetu del finlandés se agarraba nuevamente a la calculadora y cedía en la frenada de la cinco, para volver a ser tercero. Por su parte Alonso se tomaba la salida con filosofía manteniendo la cuarta plaza a la expectativa de lo que pudiese pasar.

Y pasó lo que tenía que pasar, Hamilton conectó una de las líneas que había imaginado en la parrilla, pasando del noveno puesto al quinto en la primera curva. A partir de ahí un acoso incansable a Alonso para arrebatarle la cuarta plaza en la curva 8,  3.000 metros, eso fue lo que aguantó el Ferrari delante. Las palabras del asturiano tras la carrera fueron muy reveladoras “No entiendo como puede ir tan rápido, lo intentó en la 3, en la 5, en la 7 y luego en la 8 ya lo consiguió”, el circuito tiene nueve curvas, nada más que añadir.

Vettel iniciaba su “via crucis” particular, quedándose parado en la primera vuelta por problemas en la transmisión, que milagrosamente se solucionarían solos pudiendo continuar. Con una vuelta perdida, las opciones del alemán se reducían a poco más que acabar. Sin embargo tras un toque con Gutiérrez, rompería el alerón delantero, para pocas vueltas después abandonar totalmente desmotivado. Definitivamente se confirma que ha heredado la mala suerte de Webber en temporadas anteriores. El australiano, presente en el circuito, sonreía entre dientes consciente de lo poderoso de su “legado”.

Apuesta al pit

Con la carrera estabilizada los pilotos lo dejaban todo pendiente al pit, conscientes de que las ruedas blandas no durarían más de diez vueltas. El primero en estrenarse sería Rosberg, seguido por Hamilton en la vuelta siguiente. Mientras tanto en el box de Williams se mantenían embelesados con la posición de sus pilotos, manteniéndolos en pista cuatro vueltas más. El resultado era previsible, error monumental, Rosberg superaba a los dos Williams, Bottas lograba mantener el segundo por un suspiro y hasta Hamilton pasaba a Massa. El bueno de Felipe cedía el liderato para rodar cuarto

Mientras tanto Pérez, un clásico, jugaba al sueño de ir a una única parada, lo que le servía para rodar primero y mantener muy juntita tras él a toda la jauría. Hamilton aprovechaba las distancias cortas para presionar a Bottas con el finlandés empeñado en demostrarle porque le había superado en Q2. El resultado de ese frenesí arroja un dato preocupante, nuevamente problemas en los frenos del Mercedes, que obligaban a Louis a aflojar. Algún malpensando podría especular con que se trate de una táctica del box para que baje el ritmo, pero una lengua de fuego en las ruedas delanteras durante el segundo pit, se encargaría de solventar las dudas.

Hoy no tocaba

En la vuelta 27 Rosberg decidía que las procesiones son bonitas, pero a ser posible en Sevilla y en Semana Santa. Así decidía meterle el coche a Pérez para dejarse de historias. Bottas veía la maniobra clara y se lanzaba tras el alemán, superando ambos al Mexicano de Force India. Hamilton que venía despistado y “soplándole” a los frenos, tardaría un par de vueltas en lograrlo. Massa ya muy desdibujado y entrando peligrosamente en modo “Felipe”, no lo lograría. Posiblemente tras el meneo de Canadá Pérez no se fiaba de llevar detrás al brasileño y entraba a cambiar ruedas para ir a dos paradas, hoy no tocaban las estrategias raras.

El box juega

Una imagen dice más que mil palabras, Niki Lauda y Toto Wolf se intercambiaban confidencias al oído en el muro de Mercedes, algo se cocinaba. En el box de Williams, poco acostumbrados a estas “guerras”, se preocupaban de que sus monoplazas llegasen enteros a meta. El resultado es más que evidente, maniobra “envolvente” por parte de Mercedes adelantando la parada de Hamilton, que lograba superar a Bottas por estrategia.  Y mientras tanto Alonso líder, algo verdaderamente sorprendente, tanto que hasta la realización de carrera se empeñaba en colocar el rótulo permanentemente para que al mundo le quedase claro.

Final decepcionante

Con los dos Mercedes pegados y sueltos hacia la victoria, se esperaba algo más. Sin embargo, bien por méritos de Rosberg o problemas de Hamilton, el segundo que les separó en las últimas vueltas se convertiría en un muro insalvable. Tras ellos Bottas se entregaba al tercer puesto contemporizando las vueltas y soñando con las mieles de la “fiesta Mercedes” perdón podio. Massa ya instalado de forma permanente en modo “Felipe” se arrastraba por el circuito sin fe ni esperanzas. Alonso, seguramente emocionado por sus vueltas de liderato, le recortaba diferencias a ritmo demoledor. En el box de Williams, despiertos por una vez en toda la carrera, buscaban la forma de espolear al brasileño, lo que no es sencillo. Cualquier escudería normal le diría a su piloto que quien va detrás es más rápido, sí ese mantra de “is faster than you”. Decirle eso a Felipe no es buena idea, y si encima el piloto que va detrás es Alonso, mucho peor. Así que al “ingenioso” ingeniero, inglés para más señas, se le ocurrió algo mucho mejor, “Felipe eres lento, ¿te pasa algo?”, donde va a parar, todo sensibilidad. Pero funcionó y el brasileño adoptó el modo “Massa” con resultados humillantes para Alonso.

El final huérfano de emoción dejaría un vano intento de Hamilton por superar a Rosberg, y al resto bien ordenados y en fila. Con Bottas de “comparsa” en la “fiesta Mercedes”, en la que se han convertido los podium de esta temporada. Un triste desenlace para una carrera que se mostraba emocionante en su inicio, y que deja a los aficionados con una sensación de “deja vu” en cada carrera.

Alonso

La carrera del asturiano ha sido tan sólida como gris, con un monoplaza suficiente para no sufrir e incapaz de hacer soñar. Logró rodar de forma sólida durante toda la carrera con buenas tandas, y sin pasar apuros. Un quinto puesto basado en exprimir al máximo un monoplaza incapaz y no cometer errores, todo lo que no sea hacer eso implica acabar décimo como Raikkonen. Al final de la carrera se mostraba contento, resumiendo la carrera como “la mejor de la temporada” para rematarlo con “salimos en una posición que no era la nuestra”. Curioso análisis, si tenemos en cuenta que el mejor puesto de la temporada fue el podio de China.

Para los que quieran escuchar un poco de optimismo, podríamos decir que al menos el coche no se ha diluido en el fin de semana, manteniendo el nivel mostrado el viernes y superando con solvencia a los Red Bull. Los mismos que tras ganar con Ricciardo la carrera anterior, fracasaban estrepitosamente en casa, con el australiano octavo y Vettel en el box antes de tiempo. El problema reside en que ni siquiera desde Maranello consiguen enviar un mensaje de optimismo, con mensajes contradictorios de abandono de evolución y nuevas mejoras. Quien sabe lo que sucederá en Silverstone, en tres semanas se desvelará.