Los Celtics le pueden quitar el manjar de la boca a los Warriors

Marcus Smart después de anotar un triple en la final ante los Warriors. / @NBALatam
Marcus Smart después de anotar un triple en la final ante los Warriors. / @NBALatam
El quinteto de Boston se amparó en una descomunal actuación en el último cuarto, para arrancar ganando la serie final en el mismísimo patio de Stephen Curry. El domingo vuelve la acción en el Chase Center de San Francisco, para el segundo de la gran final de la NBA.
Los Celtics le pueden quitar el manjar de la boca a los Warriors

Los Boston Celtics ya dieron un serio aviso a los Golden State Warriors de lo que puede ocurrir si vuelven a descuidarse. La final de la NBA promete ser más que un mero trámite, para los hombres de Steve Kerr, que gozan todavía del favoritismo, para lograr su séptimo trofeo de campeones. 

Ni los 34 puntos de Stephen Curry fueron suficientes para evitar la derrota en el primer juego por el campeonato. Los aficionados que asistieron en directo al Chase Center quedaron impresionados, del poderío que mostró el tridente comandado por Al Horford, Jaylen Brown y Derrick White, que fueron muy bien secundados por Marcus Smart. 

Esa fue la clave para que Ime Udoka y sus pupilos se impusieran. El juego en equipo sepultó las aspiraciones de los locales, a pesar de llegar al cuarto tiempo con un parcial de 89 a 80, una diferencia de nueve puntos que se difuminó gracias a la espectacular exhibición colectiva. Parecía un partido entre veteranos de la NBA versus  y universitarios de primer año.

El dominicano Horford se llevó el premio Jugador Más Valioso del encuentro, pero Kerr no debe descuidar ni un instante el aporte del resto de los compañeros del caribeño, que jugaron en San Francisco como si estuvieran en el TD Garden de Boston.  La premisa es clara: si quieren ganar además de Curry, hay que defender mejor y debe aparecer la mejor versión posible de Klay Thompson, que apenas consiguió 15 puntos.

Una actuación espectacular

Nunca en 75 años de historia de las finales de la NBA, se vio algo semejante. Ese +24 en el último período está muy por encima de la marca implantada por la propia franquicia en 1960, ante los St. Louis Hawks  con un 38-15  (+23) una diferencia que se repitió dos años después contra Los Angeles Lakers que cayeron 44-21. 

Fue algo increíble y más si se tiene en cuenta, que iniciaron las acciones en ese cuarto con 9 puntos en contra, y que la diferencia llegó a ser de 15. Tanto en defensa como en ataque, los Celtis fueron imperiales, a pesar que su principal figura, Jayson Tatum no anotó ni un punto y estuvo en general demasiado lejos de su mejor noche, porque incluso Payton Prichard y Robert Williams tuvieron más protagonismo. 

Si Boston quiere mudar la serie 2-0 a su favor, debe continuar con la misma línea de ese último cuarto. Si además suman la ofensiva de Tatum  en rol de líder, el camino podría ser más sencillo aún, porque si eso ocurre, el favoritismo de Curry y compañía se difuminará. Ni una sobresaliente actuación de Thompson podrá completar tanto a Stephen, como para que eviten una zarandeada de esa magnitud, salvo que el equipo californiano mantenga un ritmo alto en los tres primeros cuartos, que generen una ventaja tan amplia, que ni un milagro de último momento se interponga en su triunfo. @mundiario

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