El 'caso Neymar' se lleva por delante a Sandro Rosell como presidente del Barça
El futuro institucional del Barcelona está en jaque desde el pasado 5 de diciembre, cuando un socio opositor interpuso la denuncia por supuesta apropiación indebida en el contrato del brasileño.
El 'caso Neymar' se complica. Sandro Rosell se planteó apartarse de la presidencia del Barça, una vez que el magistrado de la Audiencia Nacional admitió la querella por administración desleal contra él y exigió al jugador el contrato mercantil con su padre.
“Solo quería saber por qué le pagaron 40 millones al padre de Neymar”, afirma, entre tanto, Jordi Cases, el socio que presentó la querella contra Rosell y otros directivos del Barcelona. El fichaje de Neymar tuvo un coste final que podría acercarse a los 95 millones si se le suman las partidas y el sueldo.
El ministerio público considera que existen indicios de que los contratos firmados entre el club y el astro brasileño “no responden a lo indicado en los mismos". El presidente del Barcelona, Sandro Rosell, aseguró que el club facilitará toda la información relacionada con el fichaje del astro brasileño.
El futuro institucional del FC Barcelona está en jaque desde el pasado 5 de diciembre, cuando el mencionado socio opositor interpuso la denuncia por supuesta apropiación indebida en el contrato del brasileño, cuyo fichaje presenta evidentes zonas grises, según la valoración del diario El País.
Jordi Cases entiende que el montante global que abonó el Barça por los servicios de Neymar se eleva a 94,4 millones de euros ya que parte de lo que en realidad es la ficha del jugador se oculta bajo distintos "contratos simulados".
El club azulgrana, por su parte, niega que estos contratos asociados a la ficha formen parte de la misma operación y limita el coste del jugador a los 57,1 millones sobre los que insiste Sandro Rosell.
Tras consultar los contratos remitidos por el Barça al juez Ruz, Jordi Cases interpreta que entre 2011 y 2013 el contrato laboral de Neymar subió de 36 a 46 millones; los derechos de imagen, de seis a ocho millones y además se añade un pago de 8,5 millones que no existía en el contrato de 2011.
