Cambiar de entrenador no es una solución en La Liga

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Pepe Mel saluda a Luis Enrique / ABC

Son muchos los entrenadores que han sido despedidos en La Liga esta temporada pero no todos sus sustitutos cumplieron las expectativas. Prandelli, Marcelo Romero o Caparrós no fueron la solución a los problemas de sus equipos. 

Cambiar de entrenador no es una solución en La Liga

Durante el transcurso de una liga siempre son muchos los equipos que, bien por malos resultados o por circunstancias extradeportivas, deciden prescindir de su entrenador. En España es una práctica a la que estamos acostumbrados. Este tipo de operaciones se realiza entre seis y ocho veces por temporada. Este año equipos como el Valencia, el Deportivo, el Sporting o el Málaga pueden dar buena fe de ello.

Normalmente se busca un cambio drástico, una solución rápida a los problemas del club. Pero no siempre sale bien. Osasuna, colista de la competición con únicamente once puntos a falta de nueve partidos, decidió prescindir de los servicios de  Enrique Martín. El entrenador, que había ascendido al equipo milagrosamente, fue despedido ante el estupor de la afición local. En su lugar llegó Caparrós, pero sus nefastos resultados obligaron que dejara su cargo en manos del actual mánager del equipo, Petar Vasiljevic, que ya actuaba como director deportivo del club. El equipo no mejoró, en absoluto, y está con pie y medio en segunda división.

Caso parecido es el Málaga.  Juande Ramos, cuando mejor estaba el club, decidió dejar el equipo por circunstancias extradeportivas. Su lugar lo ocupó un miembro de su staff, Marcelo Romero. Tampoco fue su lugar y por tanto tuvo que dimitir para que llegara Míchel. El técnico madrileño aún no conoce la victoria con su nuevo club. 

Rubí, que llegó al Sporting de Gijón tras la marcha de Abelardo, no acaba de arrancar pero el equipo si que ha mejorado en su juego y ha conseguido victorias importantes como contra el Granada. Justamente en el equipo andaluz se encontraba Paco Jémez, que llegó como entrenador con un gran cartel. La mala gestión del club, con 18 cedidos, y los malos resultados obligaron a dejar el cargo en manos de Lucas Alcaraz. El equipo continúa en descenso. Poyet también había llegado a Sevilla como un entrenador para varios años. Su mal rendimiento en el Betis le obligó a dejar el club. Víctor Sánchez del Amo, aunque consiguió victorias importantes y su equipo esta lejos del descenso, no acaba de conectar con la afición. En el último partido todo el Benito Villamarín pidió públicamente su dimisión.

En Valencia encontraron en Voro el entrenador ideal. Tras los estrepitosos fracasos de Cesare Prandelli y Pako Ayestarán, el valenciano ha empezado a cosechar buenos resultados con el club, aunque todo parece indicar que no será el entrenador la próxima temporada. Por el equipo de Peter Lim, desde la marcha de Unai Emery, han pasado multitud de entrenadores como Nuno, Gary Neville o Pizzi.

El punto positivo, al menos de momento, lo pone Pepe Mel. Pese  a que los dos últimos partidos fueron bastante malos en líneas generales, con dos duras derrotas en el derbi gallego y en Mestalla, el Deportivo de la Coruña había logrado objetivos importantes. Venció en El Molinón, en una verdadera final por la permanencia, y ganó al Barcelona en Riazor. Además, empató contra el Atlético de Madrid y  Betis. Este miércoles se enfrentan al Granada, en un partido que el Deportivo debe de ganar obligatoriamente si quiere salvarse y que mostrará el verdadero trabajo de Pepe Mel a los mandos del Deportivo.

Muchas veces despedir al entrenador parece la solución a todos los problemas, pero no suele ser así. Es sólo una cabeza de turco. Casi siempre el problema está en otro lado. Los jugadores, problemas en el vestuario o la mala gestión del club pueden ser las verdaderas causas del mal rendimiento de un equipo pero a mitad de temporada, ante el enfado de la afición, solo puedes tomar está solución rápida y  desesperada para buscar un cambio de rumbo.

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