Brasil 2014, un descalabro financiero que tiene su repercusión en las calles

Es el mundial más caro de la historia, con una inversión total que supera los 11.000 millones de dólares. Es un dato que mueve a mucha gente necesitada a movilizarse en contra.

Se trata de la edición número veinte de la Copa del Mundo de fútbol y se está celebrando en Brasil. Este macro evento deportivo que se realiza cada cuatro años y que mueve a millones de personas en todo el planeta, es por unos días, el centro de las miradas del mundo deportivo y de incontables aficionados fieles a este deporte. Es tal su influencia, que las grandes marcas aprovechan su repercusión mediática para conseguir promociones capaces de recalar en la mirada de una audiencia potencial espectacular.

Los requisitos para que se celebre un evento de este tipo son muchos y traen consigo una serie de exigencias, en su mayoría económicas, que el país interesado en cuestión y la propia “Federation Internationale de Football Association” (FIFA) han de tener en cuenta. En el caso de Brasil, ha sido necesaria la inversión de cerca de 11.000 millones de dólares, según datos oficiales, sólo en infraestructuras. Es decir, construcción de nuevos estadios, vías de acceso para los mismos, rehabilitación de estadios antiguos, construcción de sedes deportivas, etc. Además de otros gastos como los referentes a la seguridad, dentro y fuera de los estadios, promoción, telecomunicaciones, aeropuertos o la gestión del turismo generado.

Este sacrificio económico que realiza Brasil con el Mundial, contrasta con el gasto social que el propio Gobierno brasileño dedica a los más de 46 millones de personas bajo el umbral de la pobreza que según la Comisión Económica para America Latina y el Caribe (Cepal) viven en el país, casi el 20% de la población total. Numerosas protestas se suceden en las calles de Río, Brasilia y otras capitales  desde hace meses para expresar su descontento con un proyecto que según determinadas agrupaciones es desproporcionado y se aleja de las necesidades reales de la población.

Por otra banda, toda la inversión realizada, que es la más cara realizada en un Mundial hasta la fecha, se espera que impacte positivamente en la economía brasileña inyectando durante y después del campeonato casi 180 mil millones de dólares según el Gobierno brasileño, algo que todavía no se ha materializado. Es importante recordar que la FIFA se queda por contrato con el 95% de las ganancias brutas que se generen.

El fiasco de España y las selecciones europeas

La vigente campeona, España, ha sido eliminada a las primeras de cambio siendo vapuleada en su primer encuentro tras perder 0-5 frente a Holanda. Su último triunfo ante Australia no sirve de excusa para un combinado del que se esperaba mucho más desde el primer partido. Otras selecciones que también han tenido el honor de proclamarse campeonas del mundo en algún momento de su historia como Inglaterra o Italia, también han sido eliminadas en la fase de grupos junto con Portugal y su icono mediático del Real Madrid, Cristiano Ronaldo. Todas ellas selecciones que por historia y tradición suelen llegar más lejos en las eliminatorias mundialistas.

Parece que el alto ritmo de competición y el calendario que sufren los jugadores de primer nivel que prestan sus servicios a clubes europeos pasa factura. En el caso de la selección española, algunos de sus jugadores vienen de disputar hasta tres competiciones simultaneas a lo largo de todo el año. A estas hemos de sumarle las pretemporadas en el extranjero y los partidos amistosos. Algunos especialistas del fútbol destacan que el periodo de descanso entre competiciones y durantes las mismas debería de ser mayor.