¿Y si el Atlético mejor se hace la vida fácil y vende a Antoine Griezmann?

El Atlético de Madrid vuelve a sentir escalofríos ante la –nueva- determinación de Antoine Griezmann de hacer las maletas rumbo al Camp Nou. Según apuntan diversos medios de comunicación, el club madrileño ya ha empezado a mover su maquinaria para evitar la fuga del jugador francés. ¿Vale la pena realmente el esfuerzo titánico?

Ya el año pasado el jugador meneó como quiso tanto al Barcelona como al mismo Atlético de Madrid y terminó por dejar todo igual, es decir, quedándose en el Wanda Metropolitano. Aquella bromita de hacerse el fugado llevó al Atleti a renovarle el contrato y convertirlo en uno de los mejores pagados ya no solo de LaLiga, sino del mundo, con nada menos que 23 millonsotes al año. En agradecimiento Griezmann ha guiado al equipo a ser eliminado sonrojantemente en Copa del Rey en su estadio, desaparecer en la serie de octavos de final de Liga de Campeones contra la Juventus y quedar, nuevamente, en segundo lugar en la liga. Vamos, que el Atlético llevó al límite sus posibilidades para terminar igual que el año pasado.

Pero no se trata solamente de lo deportivo, sino del ambiente que quedó en el vestuario. El contrato del campeón del mundo, que tampoco hay que ser injusto y pasar por alto que lo es, levantó ampollas en muchas de las vacas sagradas del club, que se alzaron para ir con Vinicio Cerezo y pedirles también unos centavos de más en sus contratos. Las arcas colchoneras ya no daban para más y los jugadores lo comprendieron sin rechistar, pero la incomodidad definitivamente quedó ahí.

Total que Griezmann no es más que un jugador que hace muchos goles pero que no es determinante en los momentos de alto voltaje, esos partidos en que la pelota quema y las decisiones apremian. Ganó la Europa League, sí, pero estamos hablando de un torneo que el equipo colchonero ya ganaba sin él. El francés, guste o no, no ha llevado al equipo a dar un salto de calidad desde su llegada, pues se sigue sin ganar la Liga de Campeones, se ha quedado dos veces en la misma competición ante el Real Madrid sin que el 7 se dignara a aparecer, el club sigue también sin competir contra el Barcelona y a cambio se causan huracanes en el vestuario por el dinero que percibe.

Que Griezmann se quiera ir es preocupante para el Atleti, esto se entiende, pero probablemente tampoco sea el fin del mundo. Si se marcha, el Atlético podrá buscar algún jugador por ahí con el que empiece a hacer su nuevo proyecto, alguien que sí sea capaz de echarse el equipo al hombro en los partidos que distinguen a los equipos animadores de los grandes. Y de paso, con la otra mitad del sueldo se aseguran un par de defensas, esos que son la verdadera piedra angular del equipo de Simeone. @mundiario