El Atlético del Cholo Simeone se la juega a todo o nada en Múnich

Saúl. / RRSS
El Atleti está viviendo su gran temporada. / RRSS

En el partido de ida disputado en el Calderón el equipo colchonero ganó 1-0 y ahora con un empate se metería en la final de la Champions League.

El Atlético del Cholo Simeone se la juega a todo o nada en Múnich

Presión, nervios, ansiedad. Son algunas de las sensaciones, junto con mucha tensión y concentración, las que seguramente se van instalando en la mente de los jugadores del Atlético de Madrid a medida que se acerca el partido de vuelta (martes) de semifinales de la Champions League, en Munich y frente al Bayern.

Este tipo de partidos se disfruta en su mayoría en la previa, porque la organización es fantástica y los itinerarios prolijos. Atención de primera y de lujo para jugadores y cuerpo técnico en los hoteles. Algún que otro tuit y una foto en Instagram siempre adornan y decoran lo que son sin duda los partidos más vistos del año en todo el mundo. Risas y conversaciones distendidas en la concentración, así como también y seguramente, mucho apoyo por parte de familiares y colegas del mundo futbolero.

La cabeza del futbolista pasa por muchas etapas previo a un partido de esta magnitud. Seguramente es difícil de controlar y te carcome el “cómo voy a estar después del partido”. Se vuelve, quizá, una situación insostenible.

Pero para eso están los DT. Y en este caso, el Cholo Simeone. Hay una solución para todo esto: motivación. Sí, sí. El Cholo tiene todas las herramientas para motivar a sus jugadores, para hacerles creer en ellos mismos. Para transmitirles todo lo que hay que poner en la cancha y cómo hacer para no achicarse frente a un equipo gigante. Porque su principal rival el martes, antes que nada, son ellos mismos. Es el mismo Atlético de Madrid.

Se trata de que los jugadores puedan sobrellevar dicha presión y que se generen confianza mutuamente. Saben que están ante otra hazaña de la mano de un técnico que es una fiera, que no se cansa de conseguir éxitos y marcar historia.

Tal vez, el desafío más grande de un director técnico es lograr motivar a todo el equipo, que sea equitativa para cada uno de los jugadores y que logre el mismo efecto. Que salgan a dejar todo en la cancha. Que mejor motivación que saber que si ganan, se hacen felices a ellos mismos y después si, a la hinchada, por supuesto, a sus familias, amigos...

Porque acá y en este caso específicamente, estoy seguro de que se deja a un lado los premios económicos, el reconocimiento, o un mejoramiento en el contrato. Acá lo que importa es la gloria, saber que estás tan cerca pero tan lejos a la vez de una final de Champions.

Porque hay que ir a la fría Múnich. Ante una hinchada que alienta los 90 minutos, ante un Allianz Arena que es imponente y te transmite nervios, se te ponen los pelos de punta. Saben que tienen una ventaja y que será importante no meterse atrás, ser un equipo corto y compacto, para así lograr contragolpes y lastimar al rival. Por eso el Atlético del Cholo Simeone se la juega a todo o nada en Múnich.

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