El Atleti culminó su proceso de metamorfosis que le ha transformado en el Real Madrid

penalty gabi
El penalty de Gabi.

El Atlético de Madrid copia con éxito parcial el método Real Madrid, basado en cuatro pilares fundamentales: espíritus, patadas, lloros y árbitros.

El Atleti culminó su proceso de metamorfosis que le ha transformado en el Real Madrid

Acabó ayer la desastrosa quincena del Barcelona de Luis Enrique con la eliminación del la Liga de Campeones a manos de sí mismo en un estadio Vicente Calderón que se llenó para apoyar al Atletico de Madrid que ayer, una vez más, jugó con doce.

Tras una semana de lloros incesantes tras la justa expulsión de Torres en Barcelona y de ‘colegueo’ innecesario con los piperos de la Castellana, hasta el punto que un gran número de colchoneros inundaron las redes sociales con fotos de Mourinho, el Visir de Chamartín, conmovido por el lagrimeo de una afición que consideraba enemiga y, consciente también, de que el Atletico de Madrid es el más fácil en un posible enfrentamiento directo, les puso a Rizzoli para completar la tarea de eliminar, a golpe de silbato, a un equipo culé que asintió al atraco con una sonrisa durante y después de la eliminatoria. Y es que, al final, el Real Madrid y el Atletico de Madrid es muy parecido. Casi clónicos.

Desde la llegada del Cholo, el Atletico de Madrid ha derivado en un conjunto que vive de intangibles, o sea en el Real Madrid. Y a falta de fútbol, vivir de garras, ilusiones y utopías, les ha ido bastante bien. 

El espíritu de Juanito rojiblanco es Luis Aragonés, el mismo al que echaron a patadas cuando las cosas no iban bien; sus porteros de discoteca particulares son dos canteranos blancos, Luis Filipe y Juanfran, que aparte de dar patadas a destajo durante los encuentros, van presionando al arbitraje con declaraciones y gestitos dignos del mejor Pepe; y ayer, para cerrar el círculo, ganaron a lo Real Madrid con la ayuda inestimable de ese duodécimo jugador que mencionaba en el primer párrafo, que no, no era la afición, sino el árbitro. El penalty de ayer en el minuto 90 un metro dentro del área, que vieron los seis trencillas del campo, pero que ninguno se atrevió a pitar, es un claro ejemplo de la transformación del colchón en pipa.

Y ¿qué me dicen de Simeone? El argentino sería una copia perfecta de Mourinho sino fuera porque no gana. Una colección de frases hechas y brincos prefabricados que no tienen otro objetivo que ser el pan y el circo de una afición que a falta de fútbol dentro del campo, necesita espectáculo fuera. Carne de Real Madrid. 

Una afición facilona que se va contenta a casa cumpliendo el objetivo de ser terceros. Una afición que llena Madrid y las redes sociales de palabras grandilocuentes sobre un sentimiento generado a golpe de fracasos y sobretodo de éxitos que nunca, nadie, vio. Que siempre apoya al equipo en los momentos más duros, como aquella ovación que le lanzaron - junto con los huevos y banquetas - el día de su descenso. La que no quiere irse del Manzanares a la Peineta por su especial relación con el río, que lo mismo sirve de cauce para sus lágrimas que para lanzar a un aficionado rival. La que hace ídolo a un tipo cuya mayor hazaña ha sido ascenderlos a primera. 

En definitiva, una afición en pleno síndrome de Estocolmo que últimamente que se diferencia en nada a Toñín 'el torero'. Y es que, hablando de frases hechas, el ‘contacto hace el cariño’ y ‘dime con quien andas y te diré quien eres’.

Pero ya volverán a su esquina de realidad y llanto, cuando el su hoy amigo Florentino, les desahucie del árbitro que les alquiló ayer, como así lo hizo con Mateu cuando se lo cedió para el robo del Camp Nou. Ahí vendrán de nuevo los lamentos. @SirDanielC 

> Este artículo también ha sido publicado en la web del autor http://www.bloggol.es

 

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