Las cinco armas de LeBron James para enfrentar a los Warriors
El alero fuerte de Cleveland se medirá por tercera ocasión a Golden State. Más fuerte y maduro que la temporada pasada, tiene como objetivo revalidar el título y asentar una nueva dinastía en la NBA.
La Cleveland-Golden State III tiene más morbo de lo esperado. Es un duelo que hace recordar los míticos enfrentamientos de la década del 80 entre Los Ángeles Lakers y Boston Celtics. Con un campeonato por bando, la versión 2017 toma matiz especial, ya que dará por concluida la paridad, y por lo menos por año, el campeón podrá presumir de más títulos.
Pero en la Final del 2017 hay un protagonista para analizar con mesura. No es otro que LeBron James, un jugador estigmatizado bajo la sombra de Michael Jordan, que busca labrarse su propio espacio estas instancias en la NBA. James quiere la corona, pues sería el cuarto anillo que le daría pase de entrada a una élite, donde por cierto está Jordan.
James tiene el deber de mutar, es decir darle otras características a su estilo de juego. No puede conceder ventajas, tiene la misión de presentar nuevos artilugios para minimizar cualquier esquema defensivo que busque apaciguar su potencial como jugador.
La serie del presente año tendrá sus propias características y el juego del alero tendrá que estar basado en esas pequeñas cosas que dan o quitan un campeonato.
1. La defensa
LeBron no solamente tiene el recurso de anotar. Es capaz de aportar una buena marcación. No solo tiene la virtud de anotar, también sabe plantearse en la zona pintada e intimidar al rival. El alero tiene la capacidad de adaptarse de cualquier circunstancia del juego de que se requiera. Sus 1,4 tapas por partido y 2,2 robos por encuentro en esta postemporada certifican.
2. Su habilidad de pase
A pesar de su posición es un gran pasador. James ha comprendido que toda la atención y peso no recae en él, que sus compañeros pueden ser parte importante del partido más aún contando con piezas como Kevin Love y Kyrie Irving. Son siete asistencias por partido un promedio de cualquier buen base pasador.
3. Aporte en la pintura.
La envergadura de James le permite colaborar en la zona pintada. Es un jugador que promedia unos ocho rebotes por partido. El dorsal 23 de Cleveland se convierte en la llave perfecta de Love en la pintura, pues aporta un juego más que efectivo y letal con su quiebre rápido tras un rebote.
4. Tiro perimetral
Esta postemporada puede presumir como un mejor ‘francotirador’ pues tiene en el presente le mejor número de tiros convertidos desde el perímetro. Sus 2,5 cestas triples convertidas es mejor producción en postemporada. Otra arma que puede sacar a relucir si las circunstancias del juego le ameritan.
5. Inteligencia
Lo que los expertos del baloncesto definen como ‘IQ del juego’ a James le sobra. Es un jugador que ve más allá de lo simple o común. Sabe leer cada aspecto del juego a la perfección a su favor. En fracciones de segundos puede resolver cualquier circunstancia con un buen pase o una buena selección de tiro.
