Análisis en profundidad de la crisis de Barça y Madrid

Estadio de fútbol en Champions.
Estadio de fútbol en Champions.

Un año de luces y sombras para los dos clubes más potentes del panorama español.

Análisis en profundidad de la crisis de Barça y Madrid

No está siendo una temporada fácil para los dos grandes de nuestra Liga. Tanto FC Barcelona como Real Madrid están teniendo problemas para ofrecer su mejor cara. Al tratarse de los dos clubes más poderosos del campeonato, las señales de alarma se han encendido y se ha generado un profundo debate sobre cuáles son las problemáticas inherentes que han llevado a esta situación. Todo invita a pensar que las dos entidades lo tendrán difícil para sumar nuevos títulos en sus respectivos museos.

El estado actual de los clubes invita a reflexionar sobre cuáles han sido los elementos que han provocado un descenso en su rendimiento. Ambos equipos suelen liderar siempre las predicciones y las previas de los partidos, suelen ser el equipo a batir independientemente de la competición y parten con la ventaja moral. Pero este año la situación es diametralmente diferente y el rival referencia es un Atlético de Madrid que no afloja y que tiene a Luis Suárez como un referente deportivo. La integración del delantero charrúa seguro que estará avergonzando a los exdirigentes azulgranas, que regalaron el jugador al equipo colchonero. 

Primeramente, empezaremos por analizar cuáles son las carencias del FC Barcelona, un club que suma un fracaso reciente: ha perdido la SuperCopa de España ante el Athletic Club.

Las carencias del F.C. Barcelona

Uno de los principales problemas que actualmente pesa como una losa sobre la moral del equipo es el desbarajuste institucional que impera en la entidad. El club está a la espera de celebrar unas elecciones que deben decidir cuál será el nuevo presidente del transatlántico blaugrana. Quien ocupa el cargo de facto es el presidente de una junta gestora que no tiene ningún tipo de poder para tomar decisiones trascendentales. Por ejemplo, con el mercado invernal de fichajes a punto de concluir, la junta no ha podido ejecutar ninguna incorporación. Son muchas las veces que el actual técnico azulgrana ha hecho público su deseo de incorporar nuevas piezas, pero la ausencia de una figura de presidente ha imposibilitado materializar un traspaso. Eric García o Memphis Depay eran dos nombres que Koeman tenía sobre la mesa. Habrá que esperar al próximo verano para ver si los jugadores se suman a la disciplina azulgrana, pero tampoco está claro que Koeman sea el entrenador el próximo curso. Hay que recordar que Victor Font, uno de los candidatos a la presidencia, cuenta con la figura de Xavi como eje vertebrador de su secretaría deportiva, por lo tanto, todo podría cambiar.

Otro de los problemas del FC Barcelona esta temporada guarda relación con el aspecto anímico y moral. El curso pasado finalizó con el mediático 2-8 ante el Bayern de Múnich. Esta situación dramática demandaba una política deportiva rupturista con el juego y el sistema que se había visto hasta ahora. Koeman intentó implementar un nuevo esquema de juego basado en el 4-2-3-1, que, debido a la ausencia de piezas especialistas, como es el caso de un delantero centro, no se ha podido llevar a cabo. El Barça ha tenido que volver deprisa y corriendo al confort del 4-3-3, frenando muchas lecciones tácticas que el técnico neerlandés había intentado implementar hasta ahora. 

Independientemente del cambio de sistema y de la ausencia de piezas claves, el Barça también ha sufrido una serie de lesiones que han frenado mucho el crecimiento como conjunto del vestuario. Las bajas de líderes destacados de los últimos años, como es el caso de Gerard Piqué o Sergi Roberto, se han notado mucho con el avance de las jornadas. Por suerte, y en clave defensiva, han aparecido jóvenes promesas como es el caso de Araújo o de Mingueza. Pero en duelos de máxima exigencia Gerard Piqué es un hombre insustituible.

Otro problema del club catalán este curso es que muchas de las piezas que se han incorporado a la disciplina de la entidad no han acabado de brillar con luz propia. Es el caso por ejemplo de Francisco Trincao, joven jugador portugués que no ha cumplido las expectativas. Miralem Pjanic, jugador que llegó proveniente de la Juventus, tampoco acaba de convencer a la secretaría técnica azulgrana y sus apariciones son con cuentagotas.

El Real Madrid vive una situación muy similar a la del Barça. El entrenador Zinedine Zidane tampoco está consiguiendo materializar un relevo generacional en las filas del equipo blanco. Por mucho que se magnifique la situación de decadencia que vive la entidad culé, el club merengue no puede tampoco sacar pecho sobre su situación. Hombres que no han entrado en los esquemas de "Zizou", como es el caso de Marcos Llorente, estrella rojiblanca, Achraf Hakimi, uno de los líderes del Inter, o Luka Jovic y Borja Mayoral, dos arietes que están brillando lejos de Chamartín, se están saliendo en otros equipos. Esta situación escuece entre la parroquia blanca.

El Madrid no ha conseguido tampoco suplir con éxito la baja de Cristiano Ronaldo, y son muchos los que todavía miran con nostalgia los goles que el portugués anota con la camiseta de la Juventus. Eden Hazard, quien en teoría debía suplir la ausencia goleadora del astro portugués, ha resultado ser una de las decepciones más sonadas de los últimos años. El jugador, quien era un líder absoluto con su exequipo -el Chelsea- y con su selección, parece una sombra de ese futbolista brillante. Su estado físico siempre ha sido tema de debate, y de momento no ha cumplido las expectativas. 

Otro de los rompecabezas que deberá afrontar el Real Madrid a corto plazo es la falta de liderazgo sobre el terreno de juego. Un hombre capital en este sentido es Sergio Ramos. El jugador se ha perdido los últimos partidos por lesión, y el equipo lo ha notado, sobre todo en la eliminación de Copa que el Madrid sufrió a manos del Alcoyano. Seguro que con el liderazgo del jugador de Camas el equipo de Zidane podría haber revertido la situación dramática que vivió en el Collao. 

Las informaciones que guardan relación con una hipotética renovación no son muy positivas y ya se habla de un posible fichaje por el Paris Saint Germain. El jugador buscaría así el último gran contrato de su carrera deportiva y abandonaría el club que lo ha visto crecer hasta convertirse en un icono mundial. Curiosamente, podría encontrarse en el PSG con Leo Messi, uno de sus máximos rivales en los últimos años. Recordemos que el argentino finaliza contrato esta temporada y su futuro también continúa incierto. Dos iconos de los dos equipos que podrían compartir vestuario el próximo año. En el mundo del fútbol todo es posible. 

Barça y Madrid deberán mejorar mucho su rendimiento sobre el terreno de juego si quieren competir con garantías en la Champions League, objetivo máximo de los dos clubes a inicio de temporada. 

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