Alpine no está a la altura de Alonso
Una escudería no acorde a las circunstancias. Por todos es sabido el gran piloto que es, fue y será Fernando Alonso. El problema recurrente este año en su etapa en la F1 es si su escudería, Alpine, está o no al nivel de piloto español. Varios han sido los fallos mecánicos y humanos que han condenado al asturiano en este Mundial. Ya lo comentó el otro día a los micrófonos de Dazn, haciendo referencia a la mala suerte que está teniendo y que con un poco más de fortuna se hubiesen hecho 50 o 60 puntos más, que le hubiesen permitido a él y a Alpine subir puestos en la clasificación. Con estos puntos de más, Alpine se colocaría cuarto en el mundial de constructores mientras que Fernando entraría dentro de los 7 mejores pilotos de la parrilla.
No solo en España, desde Alemania y sobre todo desde Francia también se espera un aumento de rendimiento de la escudería gala. Siendo conscientes de que este año Alpine tampoco va a tener un coche para competir por cotas altas, sí podría aprovechar al máximo las prestaciones del monoplaza galo, además de su velocidad en recta y, sobre todo, las manos del piloto asturiano. Todo esto unido a un poco de fortuna y alguna que otra carrera en mojado, podrían llevar al asturiano y su escudería a colocarse detrás de los Red Bull, Ferrari y Mercedes.
Alonso, difícil de domar. También hay que ser conscientes de quién es Fernando Alonso y que no es fácil amansar a un fiera de este calibre. Quizás esa es una de las respuestas a por qué no está en una escudería de más renombre. La manera de ser y actuar del asturiano no le convierte en un piloto moldeable para cualquier jefe de equipo. Todo esto unido a que ahora las grandes casas de la Fórmula 1 buscan a pilotos jóvenes y que puedan moldear y hacer a su estilo, para tenerlos varios años bajo su brazo. Alonso es un piloto veterano y que no está dentro de este tipo de casuística.
Por estos derroteros se tildó el comportamiento de Carlos Sainz Jr. en el GP de Reino Unido a principios del mes de julio, cuando desoyó las indicaciones de su jefe de equipo, que lo llevaban a una muerte segura en favor de su compañero, que apenas tenía ruedas para mantener su posición. El piloto español decidió tirar para adelante, pasó a su compañero de equipo y ganó la carrera. En este caso a Carlos le salió bien, pero otro gallo hubiese cantado si no acabase ganando la carrera.
No es el año de los españoles en la Fórmula 1. Tanto Fernando Alonso como Carlos Sainz no están teniendo mucha fortuna ni en los clasificatorios ni en carrera. El hijo del magnífico piloto de rallyes cuenta con 4 abandonos en este mundial, todos por fallos mecánicos de su Ferarri. El último, sin ir más lejos, fue en el GP de Austria el pasado fin de semana. Carlos iba segundo, con opciones de alcanzar a su compañero de equipo Charles Leclerc, cuando su monoplaza empezó a echar humo y fuego y no le quedó más remedio que abandonar. El caso de Alonso es similar pero los fallos, como hemos podido comprobar anteriormente, son mucho más groseros y de mayor calado que han afectado, y mucho, al campeón del mundo.
El futuro de Alonso está en la F1. No hay nada oficial pero es un secreto a voces que Fernando quiere seguir en la Fórmula 1 el año que viene y que Alpine estaría encantado con su continuidad. Después de su paso por el Dakar y la Indycar, el español tiene claro que su hábitat natural es la Fórmula 1. Es cuestión de tiempo que se haga oficial la renovación con Alpine para 2023. @mundiario
