Alonso y la tristeza de una temporada negra
El asturiano no termina contento, pues los 11 puntos, hasta el sábado, le saben poco en un año dónde fue a buscar paz en la Indy. Nada salió bien.
Pesadilla. No hay otra explicación, ni palabra más acertada para resumir lo que ha sido el año de Fernando Alonso con McLaren y su nefasto MCL32. El asturiano espera que el 2018 cambien, pero en Brasil, antes de las vacaciones, es la misma historia, con un sexto lugar, muy descafeinado que solo sirve para ver si entra entres los cinco y culminar la zafra por encima de los 15 puntos.
Desde la pretemporada ha sufrido, al punto que buscó nuevos aires en la exótica Indy, pero con los mismos resultados y dolores de cabeza. La escudería inglesa ya no hallaba en que expiar sus errores. Problemas mecánicos, motor y demás menesteres eran la orden del día en cada fin de semana de competencia.
El gran perdedor no fue Alonso, fue Honda quien salió con la puerta trasera con su prototipo RA617H. McLaren rompió relaciones y espera que el 2018 sea diferente con un nuevo coche que cumplan con las expectativas del doble monarca del orbe, quien espera ser rival de peso ante Lewis Hamilton más dominador que nunca con los portentosos Mercedes.
En Brasil, Alonso largará sexto y el español espera terminar mejor que comenzó, siendo este resultado un preámbulo de lo que puede ser el año que viene. La carrera no será fácil, pero él confía que las condiciones se presten para dejar una mejor exhibición, que lo anterior demostrado.
"Las condiciones, por desgracia, no son como hoy. Hoy veías caer las gotas en la visera y tenías que adaptarte en la siguiente frenada, confiando que estuviese seco; la visera del casco no decía lo mismo. Mañana, en condiciones de sol y de seco, será un pelín más complicado. Estoy muy contento con lo de hoy, vamos a disfrutarlo, y lo que venga mañana, bienvenido sea", dijo tras la ronda de clasificación y esperar que las condiciones mejores y no les sean adversan.
