Adiós a La Roja

Luis Enrique. / RR SS
Luis Enrique. / RR SS
No hubo perdón para quien osó dejar a Sergio Ramos fuera de la selección o desoyó los mandamientos madridistas que imperan en suelo español.

Ya asumida la vuelta a casa de la selección española, y más calmados los ánimos respecto al sísmico fenómeno Luis Enrique se gana perspectiva comprobando que tan, tan terrible no estaba La Roja cuando el mediocre Marruecos , que tanto descalificaban cuando echaba en la tanda de penaltis al equipo español, firmó también la despedida de Portugal de Qatar. La expulsión de Brasil, Portugal o Alemania arrojan una idea de las sorpresas que nos lleva deparando este Mundial en los campos de juego. 

No pretendo caer en la autocomplacencia dando por bueno un resultado que escenifica una decepción para la afición española. Sin duda, acabamos hartas y hartos del famoso tikitaka que nos hacía empujar desde el sofá intentando empujar al balón que se paseaba demasiado lejos de la portería contraria.

Campeones de posesión del balón, de pases, y hasta de Unai Simón sacando el balón con calma en presencia de delanteros contrarios, pero nos faltó estrategia frente a quienes sólo podían sacar rédito de quedarse atrás en defensas férreas que impidiesen que hiciésemos el juego que queríamos.

Cada cual elige sus faenas y España no pudo llevar la suya por falta de previsión ante las tácticas del adversario, así como por la carencia de jugadores con la capacidad de sortear, llegar, golear, recortar.

Cascadas salvajes de críticas

No hubo compasión para los mínimos fallos y desde un amplio sector de la prensa deportiva que afilaba los cuchillos contra el díscolo seleccionador se hicieron caer cascadas salvajes de críticas que dejaban pocas dudas del destino que le esperaba al asturiano.

No hubo perdón para quien osó dejar a Sergio Ramos fuera de la selección o desoyó los mandamientos madridistas que imperan en suelo español. Se han reescrito las páginas de la no demasiado brillante historia de las selecciones españolas a fin de justificar el escarnio sobre el ya exseleccionador. 

Esperemos y deseemos que asistamos a nuevos eventos con más acierto, más apoyo y , sin duda, en ámbitos donde no se vulneren los derechos fundamentales de las personas y el deporte venza al dinero y al poder. @mundiario

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