Yasmina Khadra ofrece riqueza de contenido en Khalil

Portada. Khalil, de Yasmina Khadra. Alianza literaria
Portada. Khalil, de Yasmina Khadra. Alianza literaria

Khadra ha logrado crear un personaje difícil y complejo, estado real de una sociedad donde los jóvenes contemplan y sufren la realidad social de ser en el fondo humillados, ofendidos y explotados. 

Yasmina Khadra ofrece riqueza de contenido en Khalil

La primera novela que leí de Yasmina Khadra fue Las sirenas de Bagdad. Me cautivo la trama, su lectura dejó ese agradable sabor literario y humano. Pausadamente me fueron llegando otros títulos que aumentaron mi criterio sobre la verdadera personalidad de un escritor comprometido, que suma a su calidad literaria valor de principios. Siendo militar argelino, se vio obligado para salvar su existencia a firmar sus novelas con nombre de mujer. Hasta el tiempo de emigrar para poder escribir con toda libertad crítica, abordar casos delicados y arriesgados, la podredumbre de la corrupción y abandono de unas ideas de libertad  que tuvieron un alto coste.

Ahora me llega otra tensa novela cuya trama presenta un contenido totalmente diferente al de Las sirenas de Bagdad. Y de una actualidad tan real como las muchas noticias que todos los días nos ofrecen los medios de comunicación, totalmente volcados sobre los hechos sangrientos, atentados y guerras que vienen sucediendo en el cercano Oriente y Europa bajo la amenaza del terrorismo islámico. La novela, contada en primera persona, ofrece riqueza de contenido capaz de prender al más indolente lector y hacerle sentir, a medida que se adentra en la narración, la aventura de su personaje. Cómo es posible que  esa realidad vestida de ficción, pueda mudar la realidad cuando el pensamiento del lector puede atender a ese delirio de fe y entrega que muestra en la historia.

El protagonista principal de la tensa historia entre la ficción y la realidad se llama Khalil, un joven de origen marroquí que vive en Bélgica. Se muestra solitario e inconformista en la convivencia dentro del ámbito familiar. Su vida transcurre  alejado de sus padres y hermanas y solo acude a alguna de ellas cuando se ve en apuros económicos. Pasa el tiempo con los hermanos de la mezquita local y con sus dos amigos de la infancia, Driss y Rayan. Rayan se ha integrado con éxito en la sociedad, pero no ha ocurrido lo mismo con Khalil y  Drissis, que, sintiéndose rechazados van a terminar en una célula terrorista.

Esta inquietante, palpitante y desgarradora narración que mantiene un intenso y continuo suceder de diálogos, está escrita en primera persona y se inicia exponiendo los trágicos y tristemente célebres atentados que conmovieron al mundo en  la Francia del 13 de noviembre de 2015. A modo de ejemplo, como apoyo al tema central de la historia en la que Khalil se desplaza a Paris desde Bélgica donde reside, para participar en un atentado provisto con chalecos explosivos, pero resulta que el suyo  con el que esperaba la heroicidad, no estalla. La triste y sangrienta verdad terminara en desencanto, impidiendo pasar a la gloria del más allá como un héroe. Frustración que se rodea de  incógnita e interrogaciones ante la aclaración  de lo sucedido. Suceso que llena todo el contenido del ser y no ser de la narración.

Yasmina Khadra ha logrado profundizar en la juventud que contempla y sufre la realidad social de ser simplemente humillada y ofendida. Un presente del día a día que bien poco ofrece, puede llevar a en ese otro mundo de las creencias, del paraíso que espera a los buenos y sacrificados defensores de la única realidad. ¿Hasta dónde puede llegar la ceguera ante tanta explotación?. “Las grandes cosas son a veces la culminación  de deseos piadosos; nacen de un destello de esperanza, se prolongan en los gemidos de un oprimido, se afianzan en la promesa de un futuro mejor. Paradójicamente, una vez que han consolidado sus filas, pecan en exceso y pujan para reclamar el éxtasis en la  autoflagelación”. Una gran novela de un extremado y comprometido novelista. @mundiario

 

 

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