Sobre vivir y la poesía, sobre mí y algunos versos perdidos de Miguel Casado

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Obra de Evelyn Bencicova./ismorbo.com

A veces creamos en la incertidumbre de imaginar que todo ha sucedido ya y que no quedan más oportunidades para revivir el pasado y el futuro.

Sobre vivir y la poesía, sobre mí y algunos versos perdidos de Miguel Casado

Lo imagino lejos, pero ya ha sucedido. El futuro ha surgido. Lo que era el presente ya ni siquiera es pasado porque el pasado no es tiempo, es una mentira, una ficción, una manera de evitar los errores, la desilusión, la ridícula visión de uno mismo, la vejez que siempre es prematura. No queremos límites, pero el tiempo es uno de ellos y un fracaso. Lo único que permanece y que soporta esta visión tan pesimista y no menos realista es algún verso, una manera de mirar a la vida donde las palabras mienten con el don de la credibilidad. A veces un poema puede permitirte el extravío, la ausencia de tiempo, la lejanía de todo, el horizonte púrpura donde la fatiga se torna en la inútil de ilusión de que las cosas pueden cambiar.

Leo a Miguel Casado.

"Sobre el fondo constante de los grillos

secruzan los sonidos de la noche:

un motor lejano, solapados

ladridos de perros, un chascar

impreciso, la remota carretera,

aletazos. Fumo mientras espero

el sonido que no viene,

timbre de una voz".

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