El viento negro y la sociedad líquida

Mención de Honor Concurso Ranan Lurie 2015. /Marco De Angelis - Buduar - Italia
Mención de Honor en el Concurso Ranan Lurie 2015. / Marco De Angelis - Buduar - Italia

El viento que azota las mentes de la sociedad líquida también apareció en otras etapas de la sociedad contemporánea.

El viento negro y la sociedad líquida

“Como un ciego, caminando a tientas, acariciando el aire y rozando los objetos con las manos estiradas, así hace el viento negro; que es ciego y no ve dónde va, y ahora toca aquella pared, ahora esta rama, ahora aquel rostro humano, ahora la ladera de un monte, dejando en el aire y en las casas la negra huella de su leve caricia”.

Viento negro, pág. 139, Curzio Malaparte

 

El viento es un alocado señor o una alocada señora, transita, nos moldea nos visita y abandona. ¿Quién de nosotros ama el viento? Pocos tal vez aceptan que esta condición de la naturaleza también lo es del alma humana. Vemos que hay humanos con rarezas en sus ideas, diremos que poseen viento en su cabeza. Sus angustias, o sus dificultades por encajar en la sociedad líquida les atraen hacia un interior violento, desasistido, desprotegido de leyes. Los telediarios nos avisan de estos seres que ofuscados en su dificultad dominan hasta espacios como la Iglesia con sus pecados de pederastia, o las violaciones grupales y podríamos citar hasta el infinito, pero este artículo se desquiciaría.

¿Los pecados del alma? Tal vez. En una sociedad donde los valores menguan, donde los compromisos son líquidos, muchos afirman que esto existe desde hace siglos y que ahora la tele, las redes lo magnifican. Pero las cifras atestiguan. Tres millones de personas componen las personas que están detrás de las rejas en EEUU. Una cifra que es moderna, contemporánea. Pero, ¿regresamos al pasado?

“En total, unos 164.000 convictos fueron transportados a las colonias australianas entre 1788 y 1868 a bordo de 806 barcos. La mayoría de los convictos eran ingleses y galeses (70%), irlandeses (24%), escoceses (5%) y el restante 1% procedían de asentamientos británicos en la India y Canadá, maoríes de Nueva Zelanda, chinos de Hong Kong y esclavos negros del Caribe.” (Fuente Wicki)

El viento que azota las mentes de la sociedad líquida también apareció en otras etapas de la sociedad contemporánea. Y en aquella época del naciente capitalismo en Inglaterra utilizaban un Codigo, era el Bloody Code (Código Sanguinario). “En la década de 1770 en Gran Bretaña existían 222 tipos de crimen que conllevaban la pena de muerte,5​ casi todos ellos crímenes contra la propiedad. Entre ellos se encontraban ofensas como el robo de bienes por valor superior a 5 chelines, cortar un árbol de otra propiedad, robar un animal o cazar conejos en otra propiedad. Por ejemplo, Michael Hammond y su hermana Ann, dos niños de 7 y 11 años fueron ahorcados en King´s Lynn el 28 de septiembre de 1708 por robo. Sin embargo, la prensa local no consideró excesiva la ejecución de los niños.6​” (Fuente Wickie)

Con el ascenso de la ultraderecha en toda Europa ¿regresaremos a una manera de controlar el viento que azota las mentes líquidas por medio de la represión? O la sociedad asumirá que los desajustes actuales provienen de la ruptura de los patrones tradicionales. ¿Y cuáles son los nuevos patrones? @mundiario

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