Vanesa Martín, cantante invitada en el Stone&Festival de Mérida cada año
Tras una breve entrevista previa al inicio del concierto en Canal Extremadura, la cantante malagueña se dirigió a recoger una copia del “Stone M”, una estatuilla realizada por artesanos emeritenses de manos de la consejera de Igualdad y portavoz de la Junta de Extremadura, Isabel Gil Rosiña, quien observaba emocionada, como todo fan, a la artista.
Después del photocall, Vanesa Martín se cambió de atuendo para dar comienzo a un concierto que ya prometía, pese a los signos meteorológicos que coreaban lluvia.
Con un traje de chaqueta plateado y el brillo de sus ojos, no se despojó un solo momento de la complicidad de su música y de poemas cantados, a ritmo de guitarra, piano, viola, y todo un equipo de músicos que hicieron de la noche en el anfiteatro un evento inolvidable.
Acústica, iluminación, todo un espectáculo que la productora de Carlos Lobo, junto a con su equipo ejemplar de prensa y comunicación, trabajara excelentemente.
El sonido fue ensalzado por la propia artista, quien reconoció que los anfiteatros contemporáneos tienen una acústica muy inferior a la de la época romana, y para muestras de ello, cantó un fragmento sin micrófono, levantando al público emeritense y dejando constancia en una parte de la historia con su voz entre el mármol de Macael que conformaban el escenario.
Vanesa Martín eligió para iniciar su concierto el tema “Me equivoqué”, pero no se equivocaba al unirlo a temas de sus anteriores discos “De tus ojos”, “Te has perdido quien soy”, “Complicidad” o “Hábito de ti”, este último, fue cantado con emoción desde las caveas del público. Otro de los momentos más cálidos fue su homenaje particular a “la más grande”, Rocío Jurado, cantando “Mi amante amigo” a capella.
Vanesa Martín y Yolanda Aldón, colaboradora de Mundiario. / Cedida
Los efectos luminosos hacían atisbar que el cielo no iba a contenerse con la voz de la malagueña, y lo que comenzó con pequeñas gotas, terminó por empapar a cantante y público pero pese a todo, advertía que no iba a retirarse, “ya me quede electrocutada, no me voy de Mérida sin terminar el concierto” apostilló.
Esta mujer de océano, de no restarse momentos vividos, de no omitir las ansias por el amor a su música y sus letras, cerró su espectáculo con el público en pie y tarareando sus temas, pese a las inclemencias meteorológicas. Así, se proclamó por ley, cantante del próximo Stone & Festival, una Vanesa Martín exultante.
