The Crown despierta la furia de Carlos y Guillermo de Inglaterra por explotar sus vidas
La cuarta temporada de The Crown llegó a Netflix con mucho amor y odio en partes iguales. La serie se centra en el reinado de Isabel II y concretamente esta temporada aborda los años 1979-1990, tiempo en que entra a la familia Diana Spencer. Nadie nunca pensó que esa joven tímida terminaría convirtiéndose en un personaje tan popular que prácticamente ocasionó que toda la familia se sintiera incómoda.
La cuarta parte de The Crown se centra especialmente en la relación entre Carlos y Diana... y Camilla. Esto ha ocasionado que la monarquía británica se sienta molesta porque a diferencia de otras temporadas, en esta ocasión la serie aborda temas espinosos de una forma poco amable según han revelado el círculo cercano al príncipe Carlos y al príncipe Guillermo.
Camilla es retratada como la verdadera villana de la función mientras que el príncipe de Gales es prácticamente un egoísta que se casa con Diana por su 'deber real'. Con este retrato el príncipe Guillermo se ha sentido realmente ofendido según fuentes cercanas que citan medios británicos.
Para Guillermo, la serie está "explotando a sus padres para ganar dinero". El futuro rey ha encontrado esta ficción "profundamente intrusiva" que da una visión "maligna y desagradable" de diferentes miembros de su familia como lo son su padre o su abuela.
The Times cita a otra fuente que asegura que el duque de Cambridge se siente ofendido porque sus padres son "presentados de una manera falsa y simplista". Aunque muchos han quedado encantados con la serie, lo cierto es que no está basada en los hechos reales, o eso afirman expertos en temas de royals como Dickie Arbiter, periodista y jefe de prensa de Buckingham desde 1988 hasta 2000. Para él la cuestión está en que ciertamente The Crown copia muy bien muchos espacios o moda de la época y que el reparto es realmente bueno, sin embargo, la historia de los eventos que han marcado a esta familia pueden ser muy diferentes a lo que presentan pero lo espectadores pueden dejarse llevar por el brillo de la ficción. @mundiario
