Sylvie Leray y su pasión por los filmes plurales de calidad artística

Sylvie Leray es una emprendedora con sueños difíciles de cumplir, pero no imposibles. Es una mujer con mucho coraje al enfrentarse a una distribución dominada por el cine norteameriano, que conforma unos gustos de evasión para un público corriente.

Sylvie, tras haber obtenido tres másters universitarios en Francia y estudiado en el Conservatorio de Música en su país natal, se dedicó primero a la ingeniería lingüística y cultural en el Instituto Francés de Praga y luego a la dirección de proyectos y producción en los campos de audiovisual, música y cine. Ha distribuido más de 120 películas, sobre todo de ficción.

Esta francesa, antes de llegar a España y fundar Reverso Filmes a finales del 2018, una empresa de distribución y de producción de cine independiente, ya había trabajado en su país natal, y luego en la República Checa con su empresa Artcam Films, impulsando el cine de autor, orientado a nuevos talentos, y obviamente en su especialización en las cinematografías de los países de Europa del Este, y filmes latinoamericanos. Allí logró exhibir Una mujer fantástica, de Sebastián Lelio y Neruda, de Pablo Larraín.

En España, Sylvie ha enfrentado nuevos desafíos, con su manifiesto interés en un cine de autor que exprese sentimientos, emociones y conflictos humanos, de una manera artística, y comenzó a buscar películas de países latinoamericanos durante sus viajes a festivales. “Lo cual, y sorprendentemente",  expresa, "no fue fácil en España, donde es difícil presentar estas cinematografías, y eso a pesar de la proximidad del idioma”.

Desde octubre de 2018, cuando nació Reverso Films, ha estrenado en España 25 películas, desglosadas así: 5 cortometrajes, 3 documentales y 17 películas de ficción.

“Sigo creyendo que nuestro papel es presentar obras plurales, con una gran variedad de historias y formas narrativas que logren comunicar con una audiencia. Estas historias de este continente lejano nos tocaron y finalmente encontraron un público que también quería descubrir algo más que series o películas producidas para plataformas y con una narrativa estandarizada", añade. "Es una pena porque también hay cine de autor en Norteamérica, yo había estrenado en Praga películas como James White, de Josh Mond o Beach Rats, de Eliza Hittman, ambas descubiertas en el Festival de Cine de Sundance. El mercado español es un poco más cerrado a este tipo de trabajos, hay que luchar”.

-¿Qué dificultades has encontrado en este camino arriesgado? Por ejemplo ¿dónde se han exhibido filmes como la boliviana Utama o la brasileña Madalena?

-Las dificultades fueron, en efecto, bastante numerosas. Estaba acostumbrada tanto al mercado francés, que permite que exista el cine de autor que produce muchas películas al año, como a los mercados de Europa del Este, que son más restringidos, pero con una gran tradición cinematográfica y sobre todo una gran flexibilidad porque las películas se exhiben por lo general en versión original con subtítulos. Por lo tanto, por un lado necesitamos presupuestos más importantes para la distribución pero por otro lado tenemos que luchar por obtener visibilidad y presencia ante los exhibidores de cines que confirman sus estrenos con poco margen de tiempo. Por tanto, es difícil y sobre todo arriesgado planificar una campaña de promoción acorde con el potencial de la película.

Los dos ejemplos que citas son interesantes porque son muy diferentes.

Con Utama y con su director, hemos hecho un gran tour por diferentes ciudades del país para dar a conocer la película antes de su estreno, fueron momentos absolutamente mágicos de encuentros con diferentes públicos, desde Santander a Barcelona, incluso pasando por Canarias. Es el público el que empujó la programación porque las salas se mostraron cautelosas al inicio. De hecho, tuvimos un preestreno con el Cineclub de Cangas en Galicia y la película se estrenó en el cine Numax de Santiago de Compostela, luego fue al Fórum Metropolitano de A Coruña, con quien trabajamos mucho. La presencia de Alejandro, el director, y las nominaciones a los Premios Forqué y a los Goya obviamente avalaban esta magnífica película”.

Madalena es una película mucho más difícil de programar en los cines, porque se ve como una película comunitaria mientras que el film cuenta historias más complejas y sociales que societarias. Estoy seguro de que encontrará más audiencia en las plataformas.

Las dos películas hablan sin embargo de identidad, de amor, de vida rural, de grandes espacios naturales en peligro.

Creo que debemos crear una relación de confianza con los cines para encontrar juntos un espacio de exhibición. Debe haber espacio para todos, y siempre es una pena que se estrenen buenas películas directamente en plataformas sin conocer la experiencia del cine.

-¿Cómo seleccionas los filmes que consideras que deben ser vistos?

-Estoy en contacto constante con agentes de ventas y productoras, nos encontramos en festivales internacionales. Busco referentes de directores o bien de género que encajan en la lista de Reverso. En función de la visión de la película, el ritmo, el género, etc valoro si tiene cabida en plataformas o cines, y si es el caso si se le puede dar un lanzamiento importante, siempre siendo consciente que son películas destinadas a un público que busca obras independientes, arriesgadas e innovadoras. Tengo también algunos directores preferidos que me encanta seguir en su trayectoria, como Alejandro Fernández Almendras o Tomasz Wasilewski.

-¿Piensas que seguirán existiendo en un futuro las salas de cine?

-Creo que sí, pero después de la pandemia me parece que no vamos a recuperar a la gente que ha recurrido a las plataformas, tenemos que afrontar la realidad. Actualmente la taquilla está potenciada por algunos títulos de las “majors” (Top Gun Maverick y Avatar el sentido del agua, en el 2022, por ejemplo), debemos innovar con los cines para crear nuevos vínculos y llegar a un público que quiere descubrir cine independiente y conocer talentos. Reverso invita a menudo a los directores a encontrarse con el público español.

Nos asociaremos con otros distribuidores innovadores como Con Un pack para desarrollar una “marca” de martes de estrenos para dar más visibilidad y espacio dedicado a las películas independientes.

-Reverso Films también desarrolla la faceta de producción de proyectos de cortos, documentales y largometrajes de ficción, ¿qué han hecho en ese sentido?

-Tenemos pocas producciones al año, porque desarrollamos proyectos que son personales y esto representa una gran inversión en tiempo y dinero. Los cortometrajes son en realidad de forma casi familiares, por ejemplo, con alumnos que tuve en mis clases en la Prague Film School. Es un formato interesante para empezar trayectorias, saber contar historias y transmitir emociones en poco tiempo. Actualmente estamos en fase de postproducción de un documental sobre el compositor y músico catalán Carles Cases que ha compuesto muchas bandas sonoras de películas y que ha trabajado durante varios años con Lluís Llach. Tengo muchas ilusiones de presentarlo en los cines, especialmente en Cataluña, finaliza.

Para este año que comienza, Reverso Filmes anuncia los estrenos de Silent Land, de Aga Woszcynska, Polonia (13 de enero); Mikado, de Emanuel Pârvu, Rumanía (20 de enero); The Man without Guilt de Ivan Gergolet, Eslovenia/Italia; América de Ofir Raul Graizer, Israel (del director de El repostero de Berlín) y Fools, de Tomasz Wasilewski, Polonia (del director de Estados Unidos del Amor), entre otros. @mundiario