Shorta, el thriller más oportuno para reflexionar sobre Saint-Denis

Shorta. El peso de la ley.
Shorta. El peso de la ley.
El barrio, llamado en la película Svalegarden, podría ser un reflejo del Saint-Denis parisino: sociedad multicultural, segregada y tensionada.
Shorta, el thriller más oportuno para reflexionar sobre Saint-Denis

Con las recientes escenas de vandalismo en Saint-Denis, París, durante la final de la Champions League disputada entre el Real Madrid y el Liverpool y que ganaron los blancos, más el encendido debate sobre las bondades o la problemática del multiculturalismo y la permisividad de una inmigración de puertas abiertas y descontrolada, conviene recordar, y animar a ver, una reciente película danesa, estrenada en 2020, que, precisamente, refleja este contexto de barrio periférico de jóvenes inmigrantes en el que ni la policía quiere entrar, donde la violencia y las tensiones raciales son el pan nuestro de cada día. Hablo de Shorta. El peso de la ley.

Este thriller policíaco es cine de acción, pero también de reflexión y sin moralismos. Ambientada en la Dinamarca actual, el cuerpo de policía se encuentra en alerta debido a que un joven de un barrio conflictivo se encuentra en coma a causa de la actuación policial sobre él. El barrio, llamado en la película Svalegarden, podría ser un reflejo del Saint-Denis parisino: sociedad multicultural, segregada y tensionada. Con una alta tasa de inmigración musulmana, las pandillas campan a sus anchas por la zona sembrando el caos y el terror. Mientras que el miedo a la islamización de estos jóvenes hace que la policía les vea a todos como delincuentes. En el barrio hay quien trabaja para alejar a estos chavales de las drogas y la delincuencia y parte de la población residente en la zona se queja de la falta de presencia policial que ocasiona un incremento de la delincuencia.

En Shorta, la policía usa tácticas extremas para amedrentar a los jóvenes a los que consideran delincuentes per se, mientras que algunos jóvenes miran a la policía como adversarios a los que batir. Así, en el segundo acto de este drama laberíntico, comienza el choque entre bandas y dos policías que tendrán que esconderse y huir para salvar su vida. Mientras, iremos conociendo más al joven detenido que los acompaña y a otros jóvenes con los que irán topándose: unos ultraviolentos, otros con la esperanza de tener un futuro mejor de lo que Svalegarden puede ofrecerles.

Y aquí está la cuestión, Svalegarden en la ficción y Saint-Denis en la realidad no es una madriguera de terroristas y delincuentes solamente, sino que también es el hogar de miles de personas inmigrantes, ya de segunda generación, cuya vida parece marcada por el lugar en el que nacieron, sin la posibilidad de cambiar su sino porque no hay oportunidades más allá del barrio y la supervivencia o, a veces, porque ellos mismos no se ven capaces de triunfar fuera de su barrio, de su zona de confort. ¿El entorno desarrolla tu personalidad? ¿Si naces pobre, serás pobre? ¿Qué pueden hacer los gobiernos para implicar a estos jóvenes de guetos en la sociedad que mira al futuro con esperanza? Desde luego que no aplicar las leyes del país y dejar que los problemas de estos barrios se cronifiquen, no parece la mejor elección.

En Saint-Denis conviven 150 nacionalidades según su alcalde, el socialista Mathieu Hanotin. El 50% de la población tiene menos de 30 años y la tasa de paro es del 15,10%, doblando así a la media del país (7,4%). En un informe de diciembre de 2020, el 43% señalaba problemas de droga, el 41% de vandalismo, el 38% la presencia de pandillas juveniles molestas y el 44% una gestión urbana insuficiente. De forma global, la mitad de sus habitantes considera que la presencia policial en sus barrios es insuficiente o, incluso, inexistente.

¿El problema es la multiculturalidad?, ¿la inmigración descontrolada, aunque hablamos ya de segundas y terceras generaciones nacidas, por tanto, en el país? ¿la falta de oportunidades laborales? ¿la segregación?

No hay una respuesta correcta y quizá una mezcla de razonamientos nos pueda llevar a entender. Mientras tanto, el cine puede ser una ventana a la reflexión y el entendimiento de situaciones que no logramos desenmarañar. Shorta es, hoy, el thriller más oportuno para hablar de Saint-Denis. @opinionadas

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