Una serie sobre crimenes durante la Segunda Guerra y un debate vigente
Esta revisión sobre el Juicio de Tokyo seguido contra los líderes del Imperio del Japón nos recuerda que los males de la guerra, salvo casos puntuales, no han encontrado todavía un remedio efectivo. Ni en su prevención ni en su castigo.
La plataforma Netflix ofrece la miniserie japonesa Tokyo Trial (el Juicio de Tokyo), un drama histórico en cuatro capítulos que relata la actuación del Tribunal Militar Internacional para el Lejano Oriente.
Este Tribunal fue el encargado de llevar adelante un juicio militar convocado en abril de 1946 para juzgar a los líderes del Imperio de Japón por conspiración para iniciar la guerra del Pacífico (o crímenes "Clase A"), crímenes de guerra convencionales ("Clase B") y crímenes contra la humanidad ("Clase C").
Once países, Australia, Canadá, China, Francia, India (entonces colonia británica), los Países Bajos, Nueva Zelanda, Filipinas, la Unión Soviética, el Reino Unido y los Estados Unidos) proporcionaron jueces y fiscales para el tribunal, mientras que la defensa comprendía abogados japoneses y estadounidenses.
Veintiocho líderes militares y políticos japoneses fueron acusados, pero un tema polémico fue hasta qué punto el propio Emperador del Japón, Hirohito, debía ser responsabilizado y, consecuentemente, juzgado.
Dos acusados murieron durante el procedimiento y uno fue declarado no apto para ser juzgado, uno fue absuelto y todos los restantes fueron declarados culpables de al menos un cargo. Las condenas oscilaron entre siete años de prisión y la ejecución.
El desarrollo de la serie muestra la difícil tarea encarada por los jueces, a caballo tanto del análisis jurídico de características inéditas (su único precedente directo eran los juicios de Nuremberg contra los jerarcas nazis) como de las presiones políticas de sus gobiernos.
Cuestiones como: ¿Existían bases legales para afirmar que iniciar una guerra era un delito en términos del derecho internacional vigente entonces?, ¿Puede condenarse a Japón por agresión cuando su lema era “Asia para los asiáticos” y sus conquistas eran a expensas de otros imperios coloniales?
Al final del cuarto capítulo los títulos nos recordarán que, medio siglo después del fin del Juicio de Tokyo, recién se creará la Corte Penal Internacional en el seno de la ONU, destinada a juzgar en forma permanente crímenes como los que se revisaron en Tokyo, pero que hay numerosos países (entre ellos Estados Unidos, Rusia y China) que no forman parte de él. Muestra de que el debate sigue abierto y prueba que el derecho internacional es una obra inacabada, imperfecta, pero al mismo tiempo que la realidad actual sigue clamando por ello.
La serie fue codirigida por Pieter Verhoeff y Rob W. King, y fue producida por la emisora pública japonesa NHK en una coproducción con FATT Productions de los Países Bajos y Don Carmody Television de Canadá y es protagonizada por Marcel Hensema, Jonathan Hyde, Paul Freeman, Stephen McHattie, Julian Wadham, Irrfan Khan y Michael Ironside. La emisión de Netflix incluye subtítulos en español y atraerá tanto a los interesados en el derecho y la política internacional como aquellos atraídos por el drama histórico. @mundiario
