El salto del salmón, collage lírico de Rosa Montolío Catalán en Olé Libros

Fragmento portada El salto del salmón.
Fragmento portada El salto del salmón.

Olé Libros publica en su colección “Imaginal” el nuevo poemario de Rosa Montolío Catalán, El salto del salmón, una bella edición con un collage de Mariona Brines en portada.

El salto del salmón, collage lírico de Rosa Montolío Catalán en Olé Libros

Olé Libros publica en su colección “Imaginal” el nuevo poemario de Rosa Montolío Catalán, El salto del salmón, en una bella edición con el collage homónimo de Mariona Brines, sobrina del gran poeta de Oliva-Elca, en portada. El grupo editorial que dirige Toni Alcolea viene desarrollando una intensa actividad en Valencia que le ha llevado a editar de forma exquisita a algunas de las más respetadas plumas levantinas, como Jaime Siles o Ricardo Bellveser, a apostar por voces nuevas o emergentes con voluntad de crecer.

Tras el éxito de su anterior trabajo lírico, Las pieles y su instinto (Lastura, 2018), obra finalista de los Premios de la Crítica Valenciana, la escritora turolense afincada en la ciudad del Turia redacta un prólogo donde señala la tesis del libro: «este poemario es la unión de la literatura con el arte». En efecto, Rosa Montolío elabora un verdadero collage con palabras donde ese salto del título, que actúa como metáfora, donde cada poema forma una parte del cuadro o todo, es un salto metafísico «hasta alcanzar la simbología de la muerte».

Una significativa cita de Chantal Maillard, «Observar es un acto de conciencia», abre un poemario estructurado en siete partes que marcan un hito en el proceso de creación: “Desde las profundidades cuando llegan los silencios”, “En las superficies donde emana la belleza con tonalidades de colores cálidos y fríos”, “(Movimientos) Si unas manos acariciaran cuerpos”, “Subiendo entre papeles recortados”, “Casi en el punto álgido, oyendo el sonido de la cuerda en la parada de los tiempos”, “Absorbiendo el arte con el aire”, “Por la pendiente perpetua deslizándonos sobre un alambre”, y “A través de las zonas vacías de forma rocosa y naturaleza moribunda”.

El poema breve, en ocasiones próximo al aforismo y con algún guiño al haiku, es la forma que Rosa Montolío escoge para relacionar sus versos con las citas que los inspiran, desde cineastas, como Woody Allen (“Manhattan”) y Stanley Kubrick (“Espejismo”), a pintores, como Juan Gris, Frida Kahlo, Georges Braque, Francis Picabia y Pablo Picasso, a quien dedica el poema “Collage”, donde sintetiza la esencia del libro:

«Pensamiento.

Cóctel de visualizaciones.

Expresión. Libre.»

Filósofos, músicos y poetas, sobre todo poetas, motivan las composiciones. Destacan aquellas donde celebra la amistad con poetas “valencianos”, maestros y compañeros de viaje hacia el Parnaso: José Luis Falcó, Mila Villanueva, María Barceló, Jaime Siles, María Teresa Espasa, Mar Busquets Mataix, Roger Swanzy, Isabel Alamar, José Saborit, Francisco Brines, Elena Torres, Rafael Soler, Juan Pablo Zapater, Rafael Correcher y Juan Luis Bedins. Especialmente emotivo es el poema “Roca”, que dedica a la desaparecida Marina Izquierdo, un homenaje donde «aparecen las heridas, asoladas».

En conclusión, Rosa Montolío Catalán nos ofrece sesenta poemas sensoriales, sensuales, entrecortados, un conjunto multidisciplinar, tan original en forma como en fondo, que subraya la capacidad de la autora para plantearse retos literarios y tratar de superarlos. @mundiario

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