En rigor humortis: Sobre el humor actual

En rigor humortis. Alex Pelayo. (1)
En rigor humortis. / Alex Pelayo.

Actualmente ciertos humoristas tratan de confundir, promoviendo definiciones de humor que solo les conviene a ellos. Y son los más peligrosos porque han ganado poder en estos tiempos, a base de oportunismo mediático, acciones amenazantes y manipulando al público con definiciones y conceptos increíbles, por pertenecer a ciertas minorías dictatoriales.

En rigor humortis: Sobre el humor actual

1- El humorista puede hacer un humor básico, sin mucha elaboración artística, solo para producir una elemental carcajada.

2- El humorista puede hacer un humor llamado “blanco”, “inteligente”, que es el más difícil de hacer, que busca la sonrisa y la risa, pero no solo eso, sino también abrir mentes y elevar el espíritu.

3- El humorista puede hacer un humor crítico, satírico, contra lo mal hecho, contra las malas autoridades (da igual sin son derecha o de izquierda), para hacer pensar a los consumidores y que se den cuenta de lo criticado.

Esas tres formas de hacer humor son necesarias. Y ninguna está por encima de la otra. Por lo tanto, no se puede definir el humor a partir de una de ellas, porque deja fuera a las otras y eso es un error grave.

Y otra cosa es…

A- El humorista del punto “1”, pero haciendo el humor burdamente, con mal gusto.

B- El humorista del punto “2”, pero haciendo el humor burdamente, con mal gusto, de manera vulgar y/ con poca elaboración artística.

C- El humorista del punto “3”, pero haciendo el humor donde todo es burla agresiva, ácida, ofensiva, humillante, que se base en el odio, que dirija su resentimiento hacia una persona y no hacia un defecto general, de una dañina conducta humana o situación social, etc., y que sea vulgar, claro.

Pues actualmente ciertos humoristas tratan de confundir, promoviendo definiciones de humor que sólo les conviene a ellos. Casi siempre son los humoristas del punto “C”. Y son los más peligrosos porque han ganado poder en estos tiempos, a base de oportunismo mediático, acciones amenazantes y manipulando al público con definiciones y conceptos increíbles, por pertenecer a ciertas minorías dictatoriales.

¿Mi temor? Están logrando desplazar, censurar, amordazar y hasta castigar el humor que no hacen y detestan.

En fin –para mí, repito-, en este mundo están venciendo las fuerzas oscuras del totalitarismo, el odio, el populismo y llegaron ya al campo de la creación ¿humorística?

¿Cómo se resuelve el problema? No lo sé. Pero yo, ni por edad, ni por principios de vida y sentido común soy, ni seré, líder. Solamente me limito a que mis lectores estén al tanto del triste y grave asunto que en estos tiempos decadentes está viviendo mi amada profesión. Pepe Pelayo en @mundiario

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