Richard Jewell, la joya de Clint Eastwood ninguneada en los Óscar
De que la hipocresía "pijoprogre" de Hollywood y su discurso bienpensante habían contaminado la gala de los premios Óscar ya no cabía la menor duda. Quien aquí se dirige a ustedes se dio cuenta hace años, por el apoyo de la academia al movimiento #MeToo, de la doble vara de medir de estas élites.
Directores con pocos pelos en la lengua y guionistas como Bret Easton Ellis ya lo dejaron claro: "pasar por la piedra" para conseguir un papel es algo muy típico y sucede en la mayoría de los casos, pero debemos diferenciar la violación de la prostitución porque son conceptos distintos. El mismo sistema jerárquico que alimenta el monstruo, antes se hizo el victimista y ahora se hace el políticamente correcto. Todo ello queda muy bien de cara a la galería pero no hace justicia a la última e infravalorada obra de Clint Eastwood.
Richard Jewell, el último film del nonagenario que ha pasado casi desapercibido por la cartelera española y que gracias a las políticas de género ha sido el fracaso en taquilla más estrepitoso del director californiano en treinta años, trata el caso del guardia de seguridad que descubrió la mochila bomba del Centennial Park en los juegos olímpicos de Atlanta en 1996 evitando así la muerte de más de un centenar de personas. Tras ser reconocido como héroe nacional Jewell se convirtió en el principal sospechoso del atentado terrorista, sufriendo un acoso por la CIA y los altos órganos de inteligencia estadounidenses que casi terminaron por arruinar su vida. Aunque Eastwood sea un reconocido patriota la película se muestra - como siempre - muy crítica con el sistema norteamericano y sus abusos de poder.
Con la intención de hilar y dramatizar la historia en el film se hace ver que la periodista Kathy Scruggs se acostó con uno de los agentes del FBI al cargo de la investigación para lanzar la exclusiva de lo que supondría la persecución y fijación mediática contra Jewell. En defensa del director hay que decir que la información vaginal (término acuñado en nuestro país por la actual Fiscal General del Estado al reirle las gracias al comisario Villarejo y legitimar así una red real de prostitutas creada para sonsacar información a personas importantes) es una de las teorías más plausibles a la hora de explicar la filtración de las informaciones a la prensa y que, aunque no fuera cierta, la película es simplemente una dramatización de los hechos reales que puede tomarse legítimamente sus licencias. En el arte, como reflejo de la vida, todo debe estar permitido.
Eastwood y su guionista, Billy Ray, han sido acusados de difamación por The Atlanta Journal-Constitution y algunas instituciones feministas lo que claramente dejaba fuera a la película para aspirar a cualquier reconocimiento, incluido el de mejor actor para Paul Walter Hauser que no solamente compartía un gran parecido físico con Jewell sino que - en palabras de su madre - "caminaba y se movía igual que él", y el de Kathy Bates que interpretaba a la madre de Richard y había sido nominada.
Es posible que a pesar de su fracaso Richard Jewell sea junto con Mystic River, Gran Torino y Million Dollar Baby la mejor película de uno de los grandes realizadores americanos en el último cuarto de siglo, pero lo que también está claro es que en la sociedad de lo políticamente correcto si no comulgas con las ruedas de molino del discurso de valores dominante y encima eres pro-Trump no te lo van a reconocer. Dada la longevidad del cineasta no tendremos ocasión de disfrutar de muchas más joyas como esta, por ello es justo que expresemos cuanto antes nuestro agradecimiento por su carrera. A él y a su héroe Richard Jewell, que murió joven, pero que en parte gracias a la película disfrutará de su debido reconocimiento en el Centennial Park. @mundiario
