La revista que inspiró a la mítica Rolling Stone

El interior de la Revista Rolling Stone. / RRSS
El interior de la Revista Rolling Stone. / RRSS

Ramparts comenzó como una revista literaria católica. Pero cuando Warren Hinckle tomó el timón, desarrolló un diseño, una voz y un espíritu rebelde que Rolling Stone seguiría imitando.

La revista que inspiró a la mítica Rolling Stone

Este noviembre se cumple el 50 aniversario de la revista Rolling Stone. Concebida en 1967, Rolling Stone siempre fue una criatura producto de la contracultura de San Francisco. Desde el principio, la revista promocionó a bandas no tradicionales como Jefferson Airplane o The Grateful Dead. Y mucho antes de eso, el cofundador Ralph J. Gleason (junto a Jann Wenner), presentaba la vibrante escena musical de Haight-Ashbury en su columna del San Francisco Chronicle.

Pero la identidad de Rolling Stone también se puede rastrear a otras dos fuentes: a la cultura de la disidencia de Berkeley y a la revista Ramparts. Las raíces de Rolling Stone en Berkeley fueron importantes, pero la influencia de Ramparts era aún más profunda. Ramparts no era de ninguna manera una revista hippie, pero su espíritu rebelde, talento para la publicidad, y diseño profesional, dejarían su huella en la novel revista de Wenner y Gleason.

Fundada en 1962 como una revista literaria católica trimestral, Ramparts inicialmente publicó artículos de Thomas Merton, John Howard Griffin y otros intelectuales católicos. Pero cuando un joven Warren Hinckle se convirtió en su editor en 1964, la revista se convirtió en una edición mensual, cambió su enfoque a la política, y contrató a Dugald Stermer como director de arte.

Tomando número tras número de Ramparts como influencia, el primer número propio de Rolling Stone apareció en noviembre de 1967, pero la revista no se hizo realidad hasta el año 1969. En diciembre de ese año, el notorio concierto gratuito de Altamont que se convirtió en un caos letal proporcionó a la revista de un gran material. Varios escritores de personal de Rolling Stone presenciaron el caos, del que gran parte fue atribuido a los Hell's Angels. 

Varios medios decidieron no cubrir el evento pero Gleason insistió en que la revista cubriera Altamont como si fuera la Segunda Guerra Mundial, y su edición "Let It Bleed" le otorgó a Rolling Stone el Premio de la Revista Nacional de Periodismo Especializado. El resto es historia y desde ahí la publicación se convertiría en un icono de la cultura popular y musical no solo en los Estados Unidos, sino en el mundo. @mundiario

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