Quico Cadaval fusiona teatro y circo inspirado por la obra Arnoia, Arnoia, de Méndez Ferrín

Una escena de Arnoia, Arnoia.
Una escena de Arnoia, Arnoia.

Brillante mezcla de circo y teatro, de la mano de Quico Cadaval, en una adaptación de un texto del escritor Xosé Luís Méndez Ferrín, Arnoia, Arnoia, una novela de temática juvenil e infantil que también suscitó un videojuego.

Quico Cadaval fusiona teatro y circo inspirado por la obra Arnoia, Arnoia, de Méndez Ferrín

Arnoia, Arnoia, del escritor gallego Xosé Luís Méndez Ferrín, es una novela encuadrada en la literatura infantil y juvenil, escrita en gallego en 1985 y traducida al castellano en 1990 por Xavier Rodríguez Baixeras. Son ya varias las ediciones publicadas y tal vez por eso alguien pensó en convertir esta novela de temática juvenil e infantil en videojuego para dinamizar didáctica, cultural y turísticamente las Terras de Celanova y de la Baixa Limia, en Ourense, la provincia donde nació el autor.

En Arnoia, Arnoia, Nmógadah, uno de los Príncipes Secretos de las tierras de Arnoia, se ve preso y forzado al exilio por sus propios vecinos, invasores de su tierra y asesinos de Madre Loretta, quien antes de morir le hace entrega de dos objetos: una bolsita mágica y el Libredón. Con la ayuda del Libredón, Nmógadah y el maestro Lionel se liberan de sus captores y comienzan sus aventuras: el encuentro con el gigante Hannak, los bosques de Brocelandia, donde recibe la espada Milmanda, las minas de Grou... Todo un conjunto de peripecias que forjan su carácter y su personalidad.

Quico Cadaval ha convertido ahora la obra en teatro y en circo, O circo da casa pequena, un espectáculo producido por Pistacatro Productora de Soños que sigue cosechando éxitos, como ha sucedido este fin de semana en el Teatro Colón de A Coruña. Así, pues, esta versión de Arnoia, Arnoia –entendida como una vistosa y colorista pieza de teatro-circo– reinterpreta el imaginario del autor con una obra que aborda la historia de un adolescente de 16 años, Nmónadah, que pierde a sus seres queridos durante una guerra. "Trata de un joven que busca la libertad, algo que todos buscamos", acostumbra a decir el propio autor de su personaje Nmónadah.

En coproducción con el Centro Dramático Galego, el director Quico Cadaval y la productora Pistacatro brindan un espectáculo singular, donde junto al formato aflora la lucha por la supervivencia, a veces con dramatismo, pero también con fino sentido del humor. Tal vez por eso mismo hay tantos recursos luminosos pero, sobre todo, buenos artistas de circo y de teatro. No parece una simbiosis fácil de alcanzar pero Quico Cadaval la ha conseguido, rodeado de faquires, acróbatas, malabaristas e incluso clowns. Un texto del maestro Ferrín siempre ayuda. @mundiario

Comentarios