Possessor Uncut, la mente perturbada de Cronenberg que desestabiliza al espectador

Possessor Uncut.
Possessor Uncut.

¿Quién quiere sentirse perturbado o violentado con un cine que muestra un futuro en el que organizaciones secretas son capaces de controlar nuestra mente mediante la implantación de chips cerebrales?

 

 

Possessor Uncut, la mente perturbada de Cronenberg que desestabiliza al espectador

El cine perturbador, psicodélico y futurista en el que está ahondando Brandon Cronenberg no llegará al gran público quizá por falta de agallas del espectador para asumir unos futuribles que producen mucho desasosiego. Lo saben bien quienes hayan visto su estreno en la dirección con Antiviral (2012) y ahora con Possessor Uncut (2020), en ambos filmes ejerciendo también de guionista.

El hijo de David Cronenberg (La zona muerta, 1983; La mosca, 1986; Una historia de violencia, 2005; Promesas del Este, 2007; Cosmopolis, 2012) lleva la marca de la casa Cronenberg a su cine y, al igual que hizo su padre en sus inicios, se adentra en la psique humana a través de las señas de identidad de un tipo de cine de ciencia ficción que nada tiene que ver con los viajes espaciales y los objetos volantes no identificados, sino con la evolución humana a causa de mutaciones o la conocida ciencia ficción ciberpunk en el que el futuro está dominado por la tecnología y la visión pesimista u horripilante de la misma impregna todo el metraje.

Brandon aborda temáticas más evolucionadas que las tocadas por su padre en los inicios de su filmografía, las cuales ya eran sorprendentes (Videodrome, 1983; Shivers, 1975; o Rabid, 1977, son algunos ejemplos), lógicamente fruto de su edad, 41 años. En esta segunda incursión en el largometraje, Brandon nos presenta a Tasya, una agente de una organización secreta que utiliza implantes cerebrales para controlar el movimiento corporal de otras personas, obligándolas a cometer asesinatos que benefician a toda clase de peces gordos del mundo corporativo. Pero en una de las misiones algo no sale bien...

 

El gore se mezcla con el terror psicológico y la estética del cine psicodélico para desasosegar al espectador que se atreva con esta pieza ganadora del premio a Mejor Película y Mejor Dirección en el Festival de Sitges de 2020 y que ya puede verse en Movistar+. @opinionadas

 

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