Cuatro mujeres que cumplieron con honor bajo un poder masculino y bélico

Póker de Reinas.
Póker de Reinas.
La Historia nunca estuvo tan de moda y la asunción de que la mujer también tuvo cabida en ella, no solo como mera comparsa, es un hecho al que cada vez se le presta más atención. Vicenta Márquez de la Plata lleva mucho tiempo poniendo de relevancia ambos aspectos.
Cuatro mujeres que cumplieron con honor bajo un poder masculino y bélico

La Historia nunca estuvo tan de moda y la asunción de que la mujer también tuvo cabida en ella, no solo como mera comparsa, es un hecho al que cada vez se le presta más atención. Vicenta Márquez de la Plata lleva mucho tiempo poniendo de relevancia ambos aspectos gracias a su labor como historiadora especializada en la Edad Media y a su amplia trayectoria como escritora con más de 20 títulos publicados, algunos de ellos incluso han sido libros de consulta en el Instituto Cervantes y en la Academia de la Historia.

Conversar con ella es como hacerlo con una vieja amiga y escuchar, de su boca, anécdotas de nuestras reinas pasadas es un placer que pocas veces se puede disfrutar. “Carlos V no hizo nada por nosotros – los españoles -, más bien fuimos la vaca que había que ordeñar para financiar sus guerras”, comenta Vicenta sobre uno de los personajes que, irremediablemente, sobrevuela por su reciente libro, 'Póker de Reinas. Las cuatro hermanas de Carlos V', editado por Ediciones Casiopea. Un hombre que decidió el futuro de sus hermanas pensando en el porvenir y la gloria de su linaje. “Ellas tenían un alto sentido del deber y del honor. Sentían que se debían a la corona y a su linaje, al cual siempre había que proporcionar la mayor gloria posible”, explica Márquez de la Plata.

La vida de Leonor de Austria (reina de Portugal y Francia), Isabel de Austria (reina de Dinamarca, Suecia y Noruega), María de Habsburgo (reina consorte de Hungría) y Catalina de Austria (reina de Portugal), las cuatro hermanas de Carlos V, se desarrolló entre maridos a los que apenas conocían y países que no eran los suyos propios, pero ese honor del que habla Vicenta Márquez hizo que asumieran su destino con apresto. “Su devoción a Dios, y su hermano mayor representaba el poder divino, hizo que cumplieran su finalidad con obediencia”, concreta la autora.

En 'Póker de Reinas' conoceremos las vidas de las hijas de Felipe el Hermoso y Juana la loca. “Todas fueron reinas porque fue su hermano Carlos V y su abuelo Maximiliano de Austria fueron quienes las colocaron en diversos tronos. No para la conveniencia de ellas sino para la conveniencia de la Casa de Austria”, cuenta Vicenta Márquez. Además, nos adentraremos en una época en la que los intereses políticos y religiosos nos asombrarán gracias a una narración de buen ritmo inmersa en la convulsa historia del siglo XVI. El lector podrá sentirse satisfecho de lo que irá descubriendo.

La guerra será un común denominador que acompañará a esta mujeres durante sus vidas. “Todo el dinero que España hubiera podido sacar de su expansión por las Indias, estaba gastado antes de llegar. Para nosotros fue un empobrecimiento y una extorsión porque nada de lo que hubiera podido invertirse en engrandecer la Nación, se invirtió. No hubo grandes fortunas que vinieran de fuera porque incluso, los bienes particulares que llegaban a España, se incautaban antes de llegar para financiar todas las guerras de Carlos V y que luego la Casa de Austria tuvo que seguir manteniendo”, lamenta Márquez de la Plata, muy crítica con la figura de Carlos V (Carlos I de España).

Su amor por la Historia y por la figura femenina en ella, hacen de Vicenta una escritora muy prolija que reconoce el interés creciente del público por la Historia pero apostilla “la gente no compra libros, parece un contra sentido pero es así. Antes se hacían unas ediciones bastante grandes y ahora se hacen unas ediciones mínimas que muchas veces ni siquiera pagan el coste de la edición.”

Su experiencia en el mundo literario hacen de la suya una opinión con autoridad que resalta lo difícil que es el mundo editorial: “existe interés, sobre todo por el tema de la mujer, pero no hay recompensa económica por el esfuerzo que uno hace. Lo tienes que hacer por pura afición y amor a las mujeres pero también tienes que tener un editor dispuesto a sacrificar dinero y eso ya es más difícil”.

Terminamos nuestra conversación con una breve pero trascendental reflexión que ya puso sobre la mesa Séneca: “El premio de la virtud está en sí mismo”. Seguramente eso mismo pensaron estas cuatro mujeres, educadas en el Renacimiento, con una excelencia al mismo nivel que los hombres poderosos. Mujeres destinadas a reinar. @opinionadas

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