Picasso, Alarcón, A Coruña

Picasso realizará el telón, los decorados y el vestuario del ballet El sombrero de tres picos
Picasso realizó el telón, los decorados y el vestuario de "El sombrero de tres picos" en su puesta en escena como ballet (1919).
El apellido Alarcón fue un compañero de viaje en la vida del Picasso coruñés pues también aparece escrito en las páginas de sus "Papeles de Coruña".
Picasso, Alarcón, A Coruña

La importancia de los próceres, los literatos y los artistas se medía por el número de fundaciones, limosnas y biografías que salían al público en los periódicos, las revistas ilustradas y como libros impresos; así como por la popularidad de las firmas que abalaban su actividad.

En 1892 Emilia Pardo Bazán y Fernanflor se imponen la tarea de narrar la vida de Pedro Antonio de Alarcón y del poeta Zorrilla; que falleció desengañado después de terminar su vida figurando como rapsoda y a contra-pago en los salones de algunos capitalistas, políticos y la aristocracia sobreviviente; entre la que se hallaba la opulenta escritora condesa de Pardo Bazán en A Coruña.

El apellido Alarcón fue un compañero de viaje en la vida del Picasso coruñés pues también aparece escrito en las páginas de sus "Papeles de A Coruña".

En Pablito-Pablo Picasso conviven al menos cuatro Alarcones: su prima andaluza del alma, por parte de padre, que le dio calabazas; un Alarcón que fue profesor en Santiago de Compostela; la marca Alarcón como proa de un producto para la belleza del cabello que se anunciaba en los periódicos gallegos de aquellas fechas; y don Pedro Antonio de Alarcón.

Este último, que fue un amigo tardío de la Pardo Bazán con el que se citó en la Biblioteca Nacional de Madrid, es el de más relevancia. La familia Picasso conocía el popular relato El sombrero de tres picos que pasado el tiempo fue utilizado por los Ballets Rusos de Diaghilev, con Satie y Falla, transformándolo en un musical que se puso en escena en Londres con telón y atrezzo de Pablo Picasso. La obra fue estrenada el 22 de julio de 1919. Se pagó un clac para que aplaudiera y vitoreara a Picasso; siendo la crítica escrita por don Salvador de Madariaga, que más joven que Pablo y viviendo en el Orzán coruñés había sido enviado por su padre a estudiar en la Escuela Politécnica de París donde al finalizar hizo una carrera fulgurante que lo condujo a ser secretario de la Sociedad de Naciones. Dicha crítica fue publicada en el diario madrileño El Sol el mismo año de 1919. @mundiario

   

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