Periodistas que no solo mienten para conseguir la noticia sino que mienten al contarla

Walter Matthau y Jack Lemon en Primera Plana (1974) de Billy Wilder. / IMDB
Walter Matthau y Jack Lemon en Primera Plana (1974) de Billy Wilder. / IMDB
Primera plana (1974) de Billy Wilder rebosa cinismo y divierte el tour de forcé entre Jack Lemon y Walter Matthau. Crítica mordaz al periodismo, la política y la justicia.
Periodistas que no solo mienten para conseguir la noticia sino que mienten al contarla

En 1974 la sociedad estadounidense venía de vivir un escándalo político mayúsculo que acabó con la dimisión de su presidente, Richard Nixon, en agosto de ese mismo año. El llamado caso Watergate, destapado por los periodistas Carl Bernstein y Bob Woodward del Washington Post, encumbró la figura del periodista casi a héroe. De hecho, en el año 73 dicho periódico ganó el Pulitzer en la categoría de Servicio Público. Los periodistas estaban muy bien considerados en aquella época.

Entonces llegó Billy Wilder que, antes de cineasta, fue periodista, y estrenó Primera plana (1974), una disección del mundo del periodismo, ambientada en el Chicago de los años 20, en tono de comedia y cargada de cinismo. Aquí los periodistas no eran héroes sino más bien mentirosos manipuladores que no solo mentían para conseguir la noticia, sino que mentían a la hora de contar la noticia. Al público no le gustó y fue un fracaso en su momento. Ahora es considerada una obra maestra y ocupa su merecido lugar en el ranking de películas imprescindibles de todos los tiempos.

La historia de Primera plana salió de la pluma de dos periodistas de Chicago llamados Ben Hecht y Charles MacArthur que escribieron una obra teatral repetidamente llevada al cine, en concreto hasta en cuatro ocasiones. La primera de ellas The Front Page (1931) dirigida por Lewis Milestone y producida por el multimillonario Howard Hughes. Para muchos la adaptación más fiel a la obra teatral que estuvo nominada a los Oscar en tres categorías: Mejor película, Mejor director y Mejor actor (el film ganador a Mejor Película aquel año 1931 fue el western Cimarron). Se puede ver gratis en VOS en Youtube.

En 1940, Howard Hawks dirigió y produjo His Girl Friday, en España conocida como Luna Nueva. Cary Grant interpretaba al editor Walter Burns y, en esta ocasión, el rol de reportero Hildy Johnson no recaería en un hombre, como así era en la versión original teatral, sino que Hawks puso este papel en manos de Rosalinda Russell. El personaje de enamorado fue para Ralph Bellamy (Oscar Honorífico en 1986). Rosalinda se consagró en esta película como actriz de comedia a pesar de que no fue la primera opción de Hawks, antes tanteó a otras cinco actrices. También se puede ver gratis en castellano en Youtube.

Walter Matthau y Jack Lemon en Primera plana (1974).

Walter Matthau y Jack Lemon en Primera plana (1974).

En 1974 llegó le película que nos ocupa en esta columna cinematográfica de los viernes en MUNDIARIO: Primera plana de Billy Wilder. Tanto Wilder como Hawks son dos leyendas de la cinematografía en Estados Unidos y los cinéfilos debatirán sobre quién es mejor o quién ha rodado mas obras maestras, incluso el debate se puede centrar en si es mejor Luna nueva o Primera plana. Desde luego son dos versiones con matices bien distintos y con estilos también diferentes. Lo más evidente es que una en blanco y negro, la otra a color; en Luna nueva el enredo entre las relaciones de los personajes se centra en el papel de Hildy (Rosalinda Rusell), exesposa de Walter Burns (Cary Grant) que quiere dejar el periodismo para casarse con su nuevo amor y vivir una vida tranquila alejada del oficio, mientras que en Primera Plana de Wilder, hay un tour de forcé entre Jack Lemon (el periodista Hildy) y Walter Matthau (el editor Burns). El primero quiere dejar el oficio para casarse, y alejarse de Chicago y el mundo periodístico, con una jovencísima Susan Sarandon, pero Matthau en su papel de editor del periódico Excelsior, utilizará todas las artimañas posibles para impedir que eso ocurra, hasta el final de la película. Entre todo este enredo tenemos la visión crítica al periodismo, a la política y a la justicia. Todos mienten para conseguir sus objetivos, aunque eso le pueda costar la vida a alguien. El político miente para ganar las próximas elecciones, el sheriff para mantener su puesto y su lugar privilegiado de la mano del político, y los periodistas mienten para conseguir las noticias y vuelven a mentir a la hora de contar la noticia, ya saben: “que la realidad no te estropee un buen titular”.

Todos mienten para conseguir sus objetivos, aunque eso le pueda costar la vida a alguien.

El film rebosa cinismo en cada fotograma, quizá, lo único puro en él sea el amor.

La manera de Billy Wilder de presentar esta realidad tan escabrosa y crítica es a través de la comedia, por lo que el espectador conseguirá disfrutar como un niño con los vaivenes de esta historia que posteriormente, en 1988, se llevó al cine con Kathleen Turner en el papel de Hildy, Burt Reynolds en el papel del editor Burns y Christopher Reeve como el cándido enamorado de Hildy y con miedo a las alturas, lo que no deja de tener su gracia ya que el actor, por aquellas fechas ya archiconocido, venía de interpretar al superhéroe Superman. En esta ocasión la trama periodística se traslada al ámbito televisivo, el nuevo medio de moda. La película se tituló Interferencias y fue dirigida por Ted Kotcheff (Acorralado (Rambo), 1982)

Para los que gusten del subgénero del cine sobre periodistas, quieran reírse con las peripecias de un Jack Lemon en la mitad de su carrera y con dos Oscar en su haber (por Escala en Hawai en 1956 y Salvad al tigre en 1973) y un Walter Matthau en un punto similar de la suya y con un Oscar en su vitrina (por En bandeja de plata en 1966), y sepan apreciar la crítica mordaz, Primera plana es el clásico para disfrutar con los ojos y oídos bien atentos. @opinionadas en @mundiario

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