Julio Camba, periodista maestro

Julio Camba Wikipedia
Julio Camba. / Wikipedia
Nacido en Vilanova de Arousa, en 1884, falleció en Madrid en 1962. Se considera humorista, escritor y sobre todo un gran periodista.
Julio Camba, periodista maestro

Al reflexionar sobre Julio Camba, estamos intentando unir y reunir tres perspectivas, la de este autor, que incentivamos se lean sus artículos, segundo, el tema o cuestión del artículo o el columnismo o el artículo de opinión, como mezcla de varios subestilos, y también, si se me permite, mi pequeño lugar, en esta confrontación de esta realidad o género literario periodístico. Por tanto, es una reflexión también sobre el subgénero.

Tenemos que aprender y aprehender de los grandes, de los maestros, y aquí, incluiría unas docenas de nombres, Azorín periodista, Ruano, Alcántara, Cavía, Umbral y otros, de nuestra sociedad-país-historia que en estos dos siglos, han dejado algo de ellos, en su tiempo y en nosotros.

Una figura como la de Camba es imposible reducir y sintetizar, al menos, este escribiente, ni tampoco voy a juzgar, ni su vida, pasando por Argentina, ni su vida en el suelo patrio, ni sus opciones sociopolíticas, ni siquiera su estilo. Sino que al “leer un texto, sea imagen o música o escritura, como diría la hermenéutica, estamos leyendo una conciencia”.

Se nos cansa la boca de oír, lo de libertad de conciencia-culto-expresión-pensamiento, pero después, sin darnos cuenta, solo volvemos los ojos-oídos-corazón, a quién o quienes creemos que son nuestros afines. Decía, un político español, de origen gallego, en una entrevista, le preguntaban si leía sus afines, y contestaba más o menos, “que no, que sus afines, ya conocía sus ideas, sino que leía y pensaba las de sus contrarios, para comprenderlos y entenderlos”.

Pienso que este testimonio, se une la idea de la sorna-sonrisa-humor gallego, de estos dos hombres, no diré el nombre del segundo, porque entonces, dejarían de seguir con estas líneas. Pero estimo que sintetiza “la esencia del artículo periodístico”, tal y como yo lo entiendo. Es, enfrentarse a un espejo, que puede tener considerandos y consideraciones diferentes y diversos a uno mismo. Esa es la grandeza de la cultura. Posiblemente desde la prehistoria, dicen los especialistas, posiblemente en los solsticios, en un lugar, se reunían los diversos grupos de un territorio, imaginamos que harían fiestas, comerían, hablaría, harían bodas, y por tanto, intercambiarían objetos y técnicas e ideas.

A veces pienso, que ese “intercambio rápido, pero también profundo de ideas”, hoy, no solo está en los grandes tratados especializados, sino en estos modestos artículos de opinión, dónde se cruzan ideas-conceptos-datos, de muchos saberes, al tratar un tema. Aquí, estamos reivindicando, si es posible, que cuando se vaya en el tren o autobús al trabajo, se lean o escuchen, los grandes artículos de los grandes articulistas del pasado. Porque al final, siempre el pasado, cambiando algunas tildes y puntos y comas, tiene que ver mucho con el presente. Y, ahora, puede existir, en cada presente existir temor, si temor-miedo de hablar claramente, pero encontramos situaciones del pasado, que podemos transponer al ahora.

Dicen, algunos interpretadotes de Camba, “que era el hombre que no quería ser nada”. Quizás, por eso, llegó a ser uno de los grandes columnistas. Si los Premios Nobel, reconsiderarán mejor el artículo y el periodismo, este autor, habría merecido, en mi modesto entender, ser candidato al Premio Nobel de Literatura. Espero que ustedes, supongo yo no lo percibiré, que alguna vez, a algún autor de artículos periodísticos, fundamentalmente, le otorguen este Premio, porque en síntesis, en pequeñas cantidad de palabras, se pueden expresar un mundo.

Uno, yo, para no engañar a nadie, que desde joven, no sé si por virtud o desvirtud, ha intentado beber-aprender de todas las fuentes y todas las tradiciones culturales. Cosa, que tiene un precio de dolor muy grande, porque después, encontrar síntesis es difícil. Uno, encuentra en los grandes autores de artículos o del columnismo, una fuente enorme de saber y de riqueza, como es el caso de Camba, porque existen dos tipos de escritores en relación a los artículos. Unos, que son escritores y además son articulistas, o aquellos que son esencialmente articulistas, y después, son escritores.

Este segundo grupo, deberían estar más estimados en este suelo patrio. Estos días, semanas, meses, que estamos pasando por un seísmo biológico de la enfermedad que todos conocen el nombre, y varios seísmos sociales y políticos, quizás, mirar a estas grandes figuras del periodismo patrio nos enseñaría algo de nosotros mismos. Siempre se dice, comprendan la historia del pasado para no repetirla. Yo, si fuese, director de algún periódico digital o en papel de este suelo nuestro, “reproduciría artículos publicados hace cincuenta o cien años”, para que de ese modo, aprendiésemos hoy, en cabeza ajena del pasado y hoy, no cometamos los mismos errores del pasado, con otros colores, otras banderas, otras circunstancias… ¡Salud para Camba!. @mundiario

      

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