Pérez Reverte reivindica la ecuanimidad de Chaves Nogales en la Guerra Civil española

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Reverte. / María Fidalgo Casares.

Sevilla vivió intensas y emocionales jornadas dedicadas a Chaves Nogales en "Letras en Sevilla". Una revisión necesaria y justa del que Pérez Reverte afirmó ser " el mejor periodista del siglo XX y XXI"

Pérez Reverte reivindica la ecuanimidad de Chaves Nogales en la Guerra Civil española

Con apabullante éxito de público y crítica cerró la segunda convocatoria de la Fundación Cajasol Letras en Sevilla dedicada al periodista sevillano Chaves Nogales.

Olvidado desde su muerte, Manuel Chaves​ ​Nogales​ ​(Sevilla,​ ​1897-​ ​Londres, 1944) es autor de una obra periodística y narrativa fundamental para entender la Historia de Europa en el siglo XX, la Guerra Civil Española y la II Guerra Mundial. Estas jornadas sevillanas se han distinguido por el gran rigor y la pasión con la que se ha afrontado su reivindicación y reconocimiento.

Tras varias ponencias memorables, el escritor Arturo Pérez-Reverte protagonizó en el gran patio central la última jornada: 'Chaves Nogales, el hombre que estaba allí' junto al periodista Jesús Vigorra, ambos coordinadores de la edición.

Vigorra fue el maestro de ceremonias y más que nunca, si cabe, un conductor y comunicador extraordinario. Desde la presentación contagió al público su positividad y su “alegría”- como él mismo la calificó- por hacer algo tan necesario, justo y emocional.

Brillantísimo cierre

Reverte, en plena promoción de Eva, continuación del exitoso Falcó, afirmó antiumbraliano que “no quería hablar de su libro” y entró en el tema a bocajarro ponderando la modernidad del Chaves: “el mejor periodista español del siglo XX y XXI, maestro de maestros  y nunca citado en las facultades”  Sobre su forma de escribir dijo que era :“Poseedor de un estilo literario extraordinario que sabía conjugar la mirada del reportero y vislumbrar una vasta cultura. Un ilustrado en el mejor sentido de la palabra, persona culta con un sentido práctico hacia la vida, y que su nombre debería estar junto al de Quevedo Cervantes, Larra”.

Sin ocultar un ápice la gran admiración por Chaves Nogales, habló de su vitalidad y aplomo intelectual que se mantuvo intacto hasta su muerte. Un hombre que nunca se dejó cegar por los prejuicios y denunció los totalitarismos, tanto el fascismo como el comunismo,  denostó las dictaduras, tanto las fascistas como las del proletariado, y se apiadó de las víctimas del terror rojo y del franquismo. Afirmaba con cierta acritud que su actitud le hacía ser fusilable por unos y por otros.

La incultura es la herramienta de los poderosos y canallas para manipular a la gente.

Pérez Reverte fue revisando su vida y releyendo pasajes de su obra, destacando su clarividencia y su sentido crítico. Insistió en que fue un personaje que siempre fue ecuánime, pero no equidistante. “Siempre se mantuvo como republicano en el exilio, pero no se congració con el resto de los exiliados. No perdió la moralidad ni la deshonestidad de otros. Los franquistas lo ningunearon y lo condenaron a muerte, pero para los vencidos tampoco era de los suyos, era alguien molesto”. Parafraséo a su capitán Alatriste en una de las frases más intensas de la noche: “ser lucido y español siempre acarrea amargura”

Aún así, recordó Perez Reverte, Chaves nunca perdió la fe en el hombre. “Era un tío de verdad en el sentido varonil de la palabra, peleó hasta el final y no se rindió nunca... Un valiente y como tal hay que reconocérselo, por eso me gusta tanto, se parece mis personajes”- dijo el escritor con pasión.

Habló también de su gran producción, y de la calidad de sus trabajos, sus artículos sobre la Rusia revolucionaria, el fascismo italiano o sobre Franco- al que llega a alabar su capacidad militar y del que dice que no tiene valores excelsos pero tampoco vicios horrendos- dejando afirmaciones demoledoras. También relató episodios de gran dureza como el de la revolución de 1934 “donde anarquistas se sublevan, pero luego no saben gestionar la revolución por falta de preparación  y  constatan que lo suyo es mera utopía”  o frases memorables sobre Goebbels, Franco y la modernidad de su entrevista a Miaja, sin incorporar las preguntas al texto”.

9788467035667

A Sangre y Fuego.

Perez Reverte también narró la gran decepción que sufrió en Francia, un país mitificado desde Goya a Moratín y lugar natural al que los ilustrados y liberales escapaban, cuando se encontró “con un país miserable y cómplice de los nazis”. Francia tampoco fue justa con la obra de Chaves Nogales Agonía de Francia, porque dejaba muy en evidencia su comportamiento colaboracionista y el mito de la resistencia, en el que Reverte quiso destacar la valentía de muchos españoles.

Reverte entonces afirmó que para él “ había héroes en todos los sitios y recordó la gesta del Santuario de Santa María de la Cabeza y al Capitán Cortés que era rebelde y anti republicano, pero un héroe. También tuvo palabras reivindicando la valentía de los divisionarios de Krasni Bor  “bajo cualquier ideología hay épica, pero los sectarios manifiestan su incapacidad de  ver el lado heroico del hombre”.

Sobre el nacionalismo

Sobre el nacionalismo, recogió la contundente frase de Chaves que escribió que “arruina y destruye la patria con empresas ajenas al interés nacional, y sobre el proceso catalán, Reverte fue muy claro: “La incultura es la herramienta de los poderosos y canallas para manipular a la gente. La tragedia se repite en clave de farsa. Lo de Cataluña es una película de Berlanga. Solo puede superarse con la cultura ”

El ciclo se cerró con intervenciones muy emotivas de la hija de Chaves Nogales, Pilar  y su nieto Jones Chaves. Pilar repasó la vida junto a su padre desde su infancia a sus estudios en el extranjero y el exilio. Se mostró satisfecha con la labor de difusión de su legado literario y periodístico, así como muy agradecida a la Fundación Cajasol El nieto quiso señalar que el gran legado familiar que les dejó su abuelo fue la actitud de “mirar siempre hacia delante”

El acto cerró anunciando las terceras jornadas dedicadas al mayo del 68 “ los días que pudieron cambiar el mundo” y el broche de oro fue la lectura del prólogo de “A sangre y fuego”,  “uno​ ​de los​ ​escritos​ ​que​ ​con​ ​mayor​ ​agudeza​ ​y​ ​rigor​ ​retrata​ ​a​ ​los españoles y que debía ser obligatorio en los colegios” .

Fue magistral y especialmente intensa la interpretación de Juan Echanove que emocionó hasta el límite al auditorio.

La tumba de Chaves Nogales, Pla, Echanove y la memoria histórica

En relación a devolver a los restos a Sevilla de Chaves Nogales, como ofreció la Junta de Andalucía, el nieto con acento inglés declaró que la familia le daría al tema “ una pensaíta”. No se niegan pero no quieren que sea utilizado  porque  “siempre fue un hombre libre”. Ante lo que se percibió como cierta presión, Reverte salió al quite afirmando que “tal vez sería un reconocimiento que no volviera, como le pasó a los grandes hombres españoles como Cervantes y otros ”

Fue francamente curioso asistir a la lectura del prólogo de A Sangre y Fuego por parte del activista de izquierdas Juan Echanove y oírle equiparar a capitanes falangistas con comisarios políticos. También llamó la atención el corresponsal de la Vanguardia en su intervención,“ barriendo para su casa” intentando sin éxito poner en paralelo a Plá con Chaves Nogales cuando las diferencias son muy claras.

Por su parte la intervención de  Maria Isabel Cintas, licenciada en Filología, y recopiladora de la obra de Chaves Nogales, pareció romper el espíritu de concordia del acto sacando a colación la Memoria Histórica y recordando que Carmena en Madrid eliminará la calle del Capitán Cortés y la sustituirá por la de Chaves Nogales, a lo que Pérez Reverte con su savor faire replicó “ que a eso, Chaves Nogales renunciaría”. @mundiario

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