El pedigrí de Georges Simenon

Portada. El círculo de los Mahé, de Georges Simenon. Editorial Acantilado.
Portada. El círculo de los Mahé, de Georges Simenon. Editorial Acantilado.

Georges Simenon con El círculo de los Mahé nos ofrece una singular historia en una novela corta, muy superior a todos esos mamotretos de hoy en día que apenas cuentan nada en sus cientos de páginas.

El pedigrí de Georges Simenon

El círculo de los Mahé es una novela corta síntesis primoroso de la narrativa de Simenon, cuya cuantía y riqueza de su obra literaria se encuentra dividida en diversos géneros. Aunque sus numerosos lectores los acapara siempre esas setenta y ocho novelas policiacas protagonizadas por el comisario Maigret. Pero la suma de su creatividad literaria ofrece la cifra de más de ciento noventa títulos. Número que puede suponer unos quinientos cincuenta  millones de libros vendidos que, curiosamente, pese al tiempo vivido esta descomunal cosecha literaria mantiene verdadera actualidad. Gracias a la  encomiable apuesta de Editorial Acantilado con su cuidada edición y traducción al español de tan prolífico como talentoso escritor belga nacido en Lieja.

Esta historia singular  envuelta en un extraño círculo que busca su propia identidad en su principal protagonista, el doctor François Mahé, la mujer  y los hijos, que por primera vez pasan sus vacaciones de verano en Porquerolles, pequeño pueblecito de la costa del Mediterráneo. Pueblo de pescadores donde el doctor práctica cada día el arte de pescar sin el deseado resultado. Allí  se encuentra en  absorbente inquietud por lograr pescar una lubina negra, cuando sin esperarlo se ve obligado,  dada su profesión, asistir con urgencia a una mujer sumida en la mayor pobreza que se está muriendo. Así que  acude a  ver a la enferma, pero cuando llega al lugar ya ha fallecido. Observando el ambiente que le rodea descubre a una niña con vestido rojo en un rincón encogida. Intenta comprender la manera  cómo ese personaje inocente y desvalido penetra en su mente para permanecer. De la misma manera que no es capaz de desprenderse del aroma a mar ni del deseo de seguir pescando, de saborear ese pueblo.

Así el diario discurrir del Dr. Mahé por el que se presentan secuencias que van creando en su estado anímico ciertos cambios e interrogaciones. Tan distintas a su vida diaria y el mundo familiar en el que cada día que transcurre le resulta menos suyo, carente de  realidad y deseo, a la vez que va descubriendo como se puede vivir con más sentido real de la existencia, aunque sea llevando una vida escasa, casi de pobreza.

Lentamente, de manera pausada el narrador nos va descubriendo todo el acontecer del pueblo. Una constante que abre el camino por el que iniciar  la placidez del veraneante que escapa de su cerrado círculo rutinario a otros de sencilla variedad, donde discurre la libertad de existir aunque sea dentro de la modestia. Siendo entonces cuando nuestro protagonista va percibiendo que su existencia, desde el colegio, ha sido el círculo invisible de su vida cómoda. Sometido desde pequeño a lo creado por su madre hasta su muerte. No fue una dictadora, sino una mujer capaz de llevarlo todo y tomar todas las  decisiones necesarias, incluidas las de su mujer y los hijos. Círculos y círculos.

El poder extraño, existencial,  lo lleva obsesivamente  a  pasar las vacaciones de verano, año tras año, en la realidad desnuda de sus habitantes envueltos en sus quehaceres sencillos pero llenos de personalidad. Nuevos círculos van rompiendo el gran circulo en que desde su nacimiento ha venido transcurriendo su existencia. Puede ser un planteamiento egoísta que nos cuenta tan sutilmente el narrador. Acompasa el tiempo con las sencillez de la vida cotidiana de los pueblos, de ese pueblo donde él incluso ha sacrificado a su mujer e hijos a un veraneo poco atractivo. No precisamemte por tacañería y sí por la necesidad de vivir su verdadera personalidad oculta hasta esos momentos. Prosa sutil y ritmo pausado, El círculo de los Mahé reflexiona sobre la capacidad humana de agachar la cabeza para cumplir lo que se espera de uno, y, a su vez, de la capacidad que uno encuentre en su interior la fuerza de romper con ese camino marcado, con ese círculo opresor que no nos deja respirar. @mundiario

 

 

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