"Nacemos con sed de futuro y llegamos al final del maravilloso viaje de la vida con sed de pasado"

Javier González Méndez. / Mundiario
Javier González Méndez. / Mundiario

Javier González Méndez le canta a más de siete mil millones de sedientos penitentes y errantes. Entrevista con el cantautor, también periodista y columnista fundacional de MUNDIARIO.

"Nacemos con sed de futuro y llegamos al final del maravilloso viaje de la vida con sed de pasado"

"Nacemos con sed de futuro y llegamos al final del maravilloso viaje de la vida con sed de pasado", reflexiona el cantautor Javier González Méndez –también periodista y columnista político de MUNDIARIO–, que vuelve a los escenarios con un nuevo disco bajo el brazo, titulado precisamente El Origen De La Sed. Lo dará a conocer en Vigo el próximo 19 de mayo, a las 23,30 horas, durante una actuación en la sala El Ensanche. El hashtag de su nuevo álbum no podría ser otro que #elorigendelased

– Da la sensación de que el periodista va perdiendo su batalla interior con el cantautor, ya sabes, una variante del Doctor Jeckill y mister Hyde...

– El periodismo da mucho trabajo porque, entre otras cosas, hay que hacer combinaciones y variaciones con casi tres decenas de letras de un abecedario, en una extensa exposición de ideas, de pensamientos, de reflexiones y opiniones que siempre caminan por la cuerda floja de la incomprensión, la intransigencia y la intolerancia, a veces fanática, del lector. Si encima practicas el género del artículo, tropiezas con las insalvables barreras de los distintos idiomas que se interponen entre los ciudadanos del mundo como inexpugnables "Muros de Berlín" virtuales. La música, en cambio, con tan solo siete notas, te da la posibilidad de hacerte entender por cualquier ser humano del planeta. Es el genuino idioma universal, el tan anhelado Esperanto, la única manera que conozco de poder expresar amor u odio, alegría o tristeza, esperanza o desconsuelo, sin la imperiosa necesidad de practicar la multitraducción simultánea. Yo pertenezco a aquella generación que les escuchaba a sus mayores: ¡La letra, con sangre entra! Ahora puedo afirmar que las letras, al margen del idioma con el que estén escritas, con música entran mejor.

Javier González Méndez. / Mundiario

Javier González Méndez. / Mundiario

Me he centrado en todos los tipos de sed que padecemos los seres humanos durante el trayecto: sed de amor, de éxito, de amistad, de venganza, de un paraíso de vida en pareja...

 Estamos ante el cuarto disco de tu carrera: ¿qué ha cambiado en el qué, el cómo, el dónde, el por qué de los mensajes que quieres transmitir en este nuevo CD?

– Fundamentalmente me ha inspirado una idea básica: nacemos con sed de futuro y llegamos al final del maravilloso viaje de la vida con sed de pasado. Me he centrado en todos los tipos de sed que padecemos los seres humanos durante el trayecto: sed de amor, de éxito, de amistad, de venganza, de un paraíso de vida en pareja, de un infernal instinto de posesión dominado por el demonio de los celos, de Poder a cualquier precio, de revolución caiga quien caiga y caiga lo que caiga. En definitiva, de todo tipo de sensaciones de sed, las más grandilocuentes, las más comunes, que nos convierten a los terrícolas en más de siete mil millones de sedientos penitentes y errantes. Cada canción intenta ser una crónica alegórica cotidiana de hombres y mujeres en sus respectivas travesías interiores por nuestros insondables desiertos mentales. El misterio no es la sed, sino su origen.

Videoclip de Borrón y cuenta nueva, de Javier González Méndez. / TouTube

– ¿Cuál crees que es la diferencia entre un cantautor y un músico?

– Un cantautor es un aspirante a poeta que intenta cantar sus versos en vez de recitarlos. Un músico es un virtuoso escritor e intérprete de notas esclavizado por compases y armonías matemáticas. Unos y otros mantienen un duelo permanente que, si funciona bien, permite un desenlace sin vencedores ni vencidos. Personalmente, en la encrucijada entre la canción de autor y la música, elegí el primero de los caminos cuando un cruel amigo se empeñó en traducirme las letras de los Beatles: ¡qué evocadora música para tan pueriles historias! Había que decidirse entre el qué contar y el cómo contar las cosas en una combinación de textos y siete notas musicales.

He perdido la confianza en los artículos de opinión como herramientas para poner granitos de arena en la evolución de la sociedad hacia la transigencia, la tolerancia... 

– Permíteme que insista: ¿por qué le estas poniendo los cuernos a tu condición de articulista con tu condición de cantautor?

– Si quieres que te sea franco, he perdido la confianza en los artículos de opinión como herramientas para poner granitos de arena en la evolución de la sociedad hacia la transigencia, la tolerancia y el proceso interior de los potenciales lectores para transformarse en auténticos demócratas. El columnismo español se ha hecho muy fanático, muy cainita, y los lectores no saben ni ganar ni perder con el fair play que requieren las sucesivas contiendas democráticas. Aquí, se abusa de las victorias y se digieren mezquinamente las derrotas. Estoy probando con la incorporación de las siete notas musicales, a ver si es verdad eso que dicen de que la música amansa a las fieras. Siento decir esto, amigo mío, pero España, en estos tiempos de cólera, parece uno de esas reservas en la sabanas africanas donde distintos y distantes mamíferos devoran o son devorados.

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