Música en tiempos de guerra: militares ucranianos tocan junto a las barricadas en Odesa

Militares ucranianos tocando frente al barroco edificio de la Ópera yen Odesa. Twitter @mrsahuquillo
Militares ucranianos tocando frente al edificio de la Ópera y Ballet de Odesa. / Twitter @mrsahuquillo

La tercera mayor ciudad de Ucrania, que se prepara para un ataque inminente de las fuerzas rusas, anima a la resistencia civil al ritmo del icónico éxito de Bobby McFerrin, Don't worry, be happy.

Música en tiempos de guerra: militares ucranianos tocan junto a las barricadas en Odesa

La ciudad portuaria de Odesa, a orillas del mar Negro, en el sur de Ucrania, es un lugar estratégico para Moscú. Iván, de 21 años, lo sabe... y está en shock. “Me despierto y todavía no me lo creo. Estamos en guerra. Rusia nos está atacando”, ha dicho a El País. El joven es trombonista y forma parte de la orquesta de las fuerzas navales ucranianas que hoy blindan la urbe: previsiblemente objetivo inminente de las tropas invasoras de Rusia. 

Frente al edificio de la Ópera y Ballet de Odesa, fortificado con sacos de arena, Iván y sus compañeros han protagonizado una curiosa escena: un concierto impregnado del humor de la ciudadanía odesana y de la emotividad de los tiempos de guerra. El icónico éxito de Bobby McFerrin, Don't worry, be happy, suena entre las barricadas que aguardan el ataque. En el décimo tercer día de la guerra iniciada por el presidente ruso, Vladímir Putin, la tercera ciudad de Ucrania anima a la resistencia civil al ritmo del himno nacional del país.  

El anhelo de Putin

La perla del Mar Negro, como se le conoce a Odesa, es un lugar muy simbólico para Rusia, ya que fue la tercera ciudad del imperio ruso y un puerto comercial clave para la Unión Soviética, motivo por el cual su población de casi un millón de habitantes no puede creer que Putin se disponga a atacar.

La ciudad, fundada por Catalina la Grande a finales de 1700, también es uno de los principales focos dialécticos de la ofensiva contra Ucrania y de su operación para «desnazificar» el país. Odesa ha atravesado diversos períodos muy tensos en estos últimos años: el 2 de mayo de 2014 fue el escenario de una tragedia que cobró la vida de 48 personas, principalmente prorrusos, que murieron en un incendio tras haber atacado y matado a partidarios de Kiev. Hoy tiene gran importancia geoestratégica y comercial, pues la caída de Odesa dejaría a Ucrania sin salida al mar.

“Los rusos siempre han venido a Odesa”, ha afirmado el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, en un mensaje televisado en el que alertaba de que las tropas rusas atacarían la ciudad "muy pronto". “En Odesa siempre han sido recibidos con calidez. Siempre con sinceridad. ¿Y ahora qué? ¿Bombas contra Odesa? ¿Artillería contra Odesa? ¿Misiles contra Odesa? Será un crimen de guerra. Será un crimen histórico”, alertó.

 

Belleza amenazada

Es así como Odesa, considerada una de las ciudades más hermosas de Ucrania por su estilo arquitectónico influenciado por el francés e italiano y su aire mediterráneo; y miembro de la Red de Ciudades Creativas de la UNESCO se ve amenazada por las fuerzas armadas rusas. “Hay muchas ciudades en el mundo. Pero no hay ciudad más hermosa de Odesa. Estoy dispuesto a dar mi vida por ella. Y si no, que me cuelguen”, concluye Grigori Barats, director de un histórico club cultural de Odesa en medio de las barricadas del icónico edificio de la Ópera. @mundiario

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