Las mujeres que forjaron la histora de Manhattan

Broadway and 6th Avenue in Manhattan. / nypl.digitalcollections
Broadway and 6th Avenue in Manhattan. / nypl.digitalcollections
Transformaron la vida de Manhattan, preservaron los viejos edificios, unieron la isla con Brooklyn, crearon museos, lideraron manifestaciones por los derechos de la mujer… Y aunque casi nunca fue fácil para ellas abrirse paso, dejaron huella en las calles y avenidas de la Gran Manzana
Las mujeres que forjaron la histora de Manhattan

Transformaron la vida de Manhattan, preservaron los viejos edificios, unieron la isla con Brooklyn, crearon museos, lideraron manifestaciones por los derechos de la mujer… Y aunque casi nunca fue fácil para ellas abrirse paso, dejaron huella en las calles y avenidas de la Gran Manzana con sus iniciativas culturales, su presencia en los escenarios de Broadway, su filantropía y su amor por barrios como el Village o el Soho. Gertrude Vanderbilt, Abby Aldrich Rockefeller, Dorothy Parker o Jackie Kennedy, son solo algunas de las mujeres que contribuyeron a la historia de Nueva York y que serán recogidas en el libro de próxima aparición con el sello editorial Casiopea, especializado en literatura de género.

La ingeniera del puente de Brooklyn

No estaba previsto que Washington Roebling, ingeniero jefe del célebre puente neoyorkino, desarrollara el síndrome de descompresión durante la construcción de la mastodóntica obra. Dicha afección, un tipo de embolia producida por una disminución brusca de la presión atmosférica, le imposibilitaba dirigir los trabajos del que iba a unir los distritos de Manhattan y Brooklyn. Iba a ser el puente colgante más grande del mundo y su diseño se debía a su padre, un ingeniero civil muerto prematuramente a causa del tétanos. Así las cosas, cuando Roebling se adentraba en el proyecto para darle continuidad, desarrolló dicho síndrome, que le obligó a quedar postrado en cama. Fue entonces cuando su esposa Emily, hizo de mensajera, pasando información vital a los ayudantes de su marido a quien a su vez informaba del progreso de los trabajos. De esta forma, durante los siguientes catorce años, se hizo una experta en cuestiones como la resistencia de materiales, el análisis de tensiones, o la construcción con cables de acero, destinando a todas ellas una dedicación incesante. Se las vio con políticos, ingenieros y rivales hasta culminar la hazaña en mayo de 1883 pero gracias a la fe de su marido, Emily Warren Roebling se convirtió en la "primera mujer ingeniera de campo" y el día de la inauguración oficial, llevando un gallo como signo de victoria, Emily Roebling fue la primera en cruzar el puente subida en carruaje. El Puente de Brooklyn conserva una placa en memoria de Emily, su marido y su suegro

Activistas para la preservación del Village, el Soho y Gran Central Terminal

¿Quiénes no hemos recorrido los barrios más míticos de Manhattan o paseado por su célebre estación central? Su historia está íntimamente ligada a la de tres mujeres: 

Jane Jacobs. / Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos

Jane Jacobs. / Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos

El activismo de Jane Jacobs fue más allá de la teoría. Enamorada del Village, encabezó manifestaciones contra los proyectos urbanísticos de su «gran enemigo» el funcionario de obras públicas, Robert Moses. Gracias a ella se conserva gran parte del emblemático barrio. 

Margot Gayle. / Biblioteca Pública de Nueva York

Margot Gayle. / Biblioteca Pública de Nueva York

Miembro del Partido Demócrata y de la Liga de Mujeres Votantes, Margot Gayle presentó su candidatura en 1857 para el Ayuntamiento de la Ciudad de Nueva York con el lema: "Necesitamos una mujer en el Ayuntamiento".  Desde entonces, la preservación histórica sería en el trabajo de su vida. Fue la única mujer miembro en el comité de edificios históricos de la Municipal Art Society en una época en la que las mujeres no tenían permitido el acceso a sus reuniones, por lo que Margot se ponía al día de las actividades del comité leyendo las actas después de cada reunión.

También fundó numerosos grupos de defensa y preservación en la ciudad de Nueva York, entre otros, la Sociedad Victoriana en América, los Amigos de la Arquitectura de Hierro Fundido y los Relojes Históricos de los Amigos de la Ciudad. Pero su figura es especialmente recordada por su lucha para preservar edificios como el Jefferson Market Courthouse, (hoy Jefferson Market Library o Biblioteca Pública de Nueva York) en el Village, sentando un precedente para un movimiento conservacionista que ganaría fuerza en la siguiente década. También se destacó por su lucha para preservar los edificios de hierro fundido del Soho, que hoy albergan a las grandes firmas y franquicias.

Tal vez no habría Soho sin ella.

Jacqueline Kennedy.  / Shaw, Mark, 1922-1969. / Biblioteca del Congreso de EE UU.

Jacqueline Kennedy.  / Shaw, Mark, 1922-1969. / Biblioteca del Congreso de EE UU.

En cuanto a la emblemática estación de tren: Grand Central Terminal, que hemos visto en tantas películas, sigue en pie gracias a los esfuerzos de Jackie Kennedy, que ayudó a preservarla en su afán por mantener la historia de Nueva York.

Dando vida a Broadway

Fanny Brice. / nypl.digitalcollections

Fanny Brice. / nypl.digitalcollections

Broadway también está cargado de historias de grandes mujeres que contribuyeron al devenir artístico de Manhattan. Es el caso de Fanny Brice, comediante, cantante y actriz de cine que se abrió camino en esta zona de teatros. Hizo muchas apariciones en el escenario, la radio y el cine. Trece años después de su muerte, fue interpretada por Barbara Streisand en el musical Funny Girl de 1964 y su adaptación cinematográfica de 1968, le brindó a Barbara Streisand un Oscar. 

Dorothy Parker con sus perros. / nypl.digitalcollections

Dorothy Parker con sus perros. / nypl.digitalcollections.jpg

Dorothy Parker también forma parte de la historia de esta gran avenida. Dramaturga, crítica teatral, humorista, guionista y poeta, se reunía en los años 20’ con los intelectuales, artistas y transgresores de la época.  

Mecenas del arte

Gertrude Vanderbilt. / Biblioteca Pública de Nueva York

Gertrude Vanderbilt. / Biblioteca Pública de Nueva York

Gertrude Vanderbilt, artista, escultora y habitual de la bohemia de Greenwich Village de principios de siglo, encauzó su poderoso nombre, su riqueza incalculable y su fascinación por el arte en beneficio de la ciudad. El Whitney Museum fue creado por ella en 1931.

Abby Aldrich. / Wikipedia

Abby Aldrich. / Wikipedia

El Museo de Arte Moderno, debe su existencia a Abby Aldrich Rockefeller y a su pasión por el arte moderno, que la llevaron a crear una colección asombrosa en el piso superior de su casa. Años más tarde, esa casa daría paso al proyecto favorito de Abby, el Museo de Arte Moderno, (MOMA). 

Políticas, cantantes, candidatas a la presidencia del país…

Otras protagonistas del libro son: Las reinas del Jazz de los años 30 y 40 en Harlem, Eleanor Roosevelt, hablando en las Naciones Unidas y de la que hay una escultura en Central Park, Victoria Woodhull, fundadora de la primera agencia bursátil en Wall Street y candidata a la presidencia de los EE. UU, Emma Goldman, probablemente la anarquista más influyente en la historia de EE. UU, que puso patas arriba el papel de la mujer en la política de Nueva York con su célebre discurso en Union Square en 1893, Eve Adams, inmigrante polaco-judía, que fundó un club literario para lesbianas en la década de 1920 y en cuya puerta colgaba el siguiente letrero: «los hombres son admitidos, pero no bienvenidos». Fue una de las precursoras de la «movida» neoyorquina.

El libro que saldrá este año con el sello editorial Casiopea nos permitirá conocer la historia de la Gran Manzana bajo un punto de vista muy diferente. @mundiario

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