Marte está de moda y el cine ya propuso sus teorías sobre el planeta

El 18 de febrero de 2021 el rover llamado Perseverance (Perseverancia en español) aterrizó en Marte con éxito, concretamente en el cráter Jezero, tras un viaje de 7 meses desde la Tierra.

Se trató del quinto aterrizaje de la NASA en el planeta rojo y de la misión más compleja por ser el rover más grande y avanzado de la agencia estadounidense que tiene la misión de recolectar muestras del planeta y devolverlas a la Tierra para su estudio. El Perseverance se centrará en la investigación de la roca y los sedimentos del antiguo lecho del lago y delta del río Jezero para caracterizar la geología y el clima pasado de la región. Pero, además, otra de sus misiones es la astrobiología, incluida la búsqueda de signos de vida microbiana antigua.

“La misión Perseverance de Marte 2020 encarna el espíritu de perseverancia de nuestra nación incluso en las situaciones más desafiantes, inspirando y haciendo avanzar la ciencia y la exploración. La misión en sí personifica el ideal humano de perseverar hacia el futuro y nos ayudará a prepararnos para la exploración humana del Planeta Rojo ", declaró Steve Jurczyk, administrador interino de la NASA, con gran elocuencia, patriotismo y estilo épico, como no podía ser de otra manera y como hemos visto miles de veces en las películas norteamericanas.

Thomas Zurbuchen, administrador asociado de ciencia en la NASA, declaró que las muestras que se recojan “podrían decirnos algo monumental, incluido que la vida pudo haber existido alguna vez más allá de la Tierra ".

Marte en el cine

Esta premisa tan fantástica es la que fundamentó la película Misión a Marte (2.000) dirigida por Brian de Palma.

Fotograma de Misión a Marte (2000).

Un filme de ciencia ficción en la que unos astronautas deben emprender una misión de rescate al pequeño planeta para salvar a un compañero, único superviviente tras una extraña tormenta que dejó al descubierto una cara gigante de una antigua civilización, la cual, descubren, son los creadores de la vida en la Tierra. Es decir, la película de De Palma se sirve también de la hipótesis de los “antiguos astronautas”, una teoría que afirma que seres extraterrestres son los responsables del origen de la vida en nuestro planeta y el desarrollo de civilizaciones pasadas.

Si bien, en nuestra realidad conocida, ningún humano ha pisado Marte, en el cine ya se ha hecho en múltiples ocasiones, incluso los zombis lo han hecho en esa divertida y gore Fantasmas de Marte, de John Carpenter (2.001)

Fotograma de Fantasmas de Marte (2001).

Marte es un planeta desértico, rocoso y frío cuyo color rojjizo se debe al hierro oxidado que tiene en el suelo. Su apodo de Planeta Rojo sirvió de título a una película del año 2.000 dirigida por el sudafricano Antony Hoffman. Después del desastre que supuso este film (costó 120 millones de dólares y solo recaudó 33) no se conoce largometraje de este director, podemos decir, extinto tras este fiasco.

Fotograma de Planeta Rojo (2000).

Pero sí podemos rescatar algunas propuestas de Planeta Rojo. Por ejemplo, los humanos han comenzado a plantar algas en Marte con el fin de modificar la atmósfera del planeta y producir el suficiente oxígeno para que sea habitable y respirable por el hombre. No me digan que no es interesante.

Este filme de Hoffman aborda por tanto el concepto de la terraformación de Marte, proceso por el cual se podrían modificar las características climáticas del planeta para albergar vida humana. “Lo primero que deberíamos hacer es aumentar la densidad y el grosor de la atmósfera, además de reducir la proporción de dióxido de carbono que contiene. Esto no sólo nos permitiría respirar, sino que además nos protegería de la radiación cósmica ante la que Marte no tiene protección por el hecho de no poseer un campo magnético”, explican desde el blog Ciencia de Sofá.

Otra de las películas sobre nuestro planeta vecino es Los últimos días en Marte (The Last Days on Mars) del 2013. En la que un grupo de astronautas se preparan para ser revelados de su misión y regresar a la Tierra. Pero, en su último día se topan con una bacteria que al entrar en contacto con el torrente sanguíneo provoca no solo la muerte sino la zombificación de los humanos y el padecimiento de un estado de violencia extrema. Esta película juega por tanto con el miedo, actual, de si sería conveniente traer a la Tierra muestras -vivas- de Marte, ante el desconocimiento de qué podría ocurrir. La película, mezcla de ciencia ficción y terror, ha quedado opacada por los anteriores films pero ciertamente es un entretenimiento bastante gratificante.

Cartel de Los últimos días en Marte (2013).

Aunque sin lugar a dudas, la joya de la corona en cuanto a películas de Marte se refiere es Marte (The Martian) , del año 2015, dirigida por Ridley Scott con guión de Drew Goddard y protagonizada por Matt Damon. Un filme serio en cuanto a forma y fondo, y por tanto, sin zombies, bacterias asesinas o alienígenas ancestrales. Si bien el hombre ya pisó el planeta en esta película y sigue con su campaña de exploración y el intento de hacer crecer semillas en un invernadero, lo verdaderamente relevante de esta película de ciencia ficción es la capacidad que puede tener el hombre de, ante una situación de riesgo, tomar decisiones sopesando las opciones, con actitud positiva y realista. Ojo que no son aptitudes menores. De hecho, vemos a diario que escasean entre quienes deben tomar decisiones relevantes.

Fotograma de Marte (2015).

Volviendo a la misión de la NASA, los objetivos siguientes de la agencia son enviar naves espaciales a Marte para recoger las muestras recolectadas por el Perseverance y devolverlas a la Tierra para un análisis en profundidad. Lo que nos depare el futuro en la exploración del universo puede dar lugar a inolvidables películas de ciencia ficción basadas en cuestiones científicas complejas y hallazgos que cambien nuestras creencias. @opinionadas en @mundiario