Manuscritos de Tombuctú

Manuscrito astonómico de Tombuctú
Manuscrito astonómico de Tombuctú

Según la UNESCO en Tombuctú, Malí, pueden existir unos doscientos mil manuscritos antiguos que se encuentran en archivos privados y públicos de dicha ciudad.

Bajo el patrocinio de la UNESCO, se han documentado unos quince mil, que tienen una antigüedad desde el siglo XIII al XIX, escritos en todo tipo de materiales y soportes.

 El programa que se ha denominado Memoria del Mundo, patrocinado por la UNESCO, intenta documentar, conservar, digitalizar el patrimonio documental de la humanidad.

- En el siglo XV, en esta ciudad debido al comercio del oro y de la sal, algunos indican que también al comercio de esclavos, se creó una gran prosperidad, una encrucijada de caminos, diríamos hoy, llegó a tener una universidad, denominada Sankote, con veinticinco mil estudiantes, que venían de todas las partes de África.

Según León el Africano, en 1512, indicaba que el libro era la mercancía con más ganancias en la ciudad.

- Es importante que este legado histórico y documental, por muchas razones, pero entre otras, para demostrar que África no solo ha tenido una cultura oral, sino también documental. Ciertamente estos libros, repartidos por diversos lugares de la ciudad, bibliotecas, desvanes, arcones de madera o de hierro, entidades de propiedad pública y privada, tienen además el problema de la traducción a las lenguas actuales, la recuperación, catalogación, conservación, y ahora, ya también la digitalización.

- No hay infravalorar que entre este legado existen una cantidad de manuscritos que proceden de Al-Andalus, es decir, de la España medieval, y también se indica, de autores y personas de origen andalusí. Por lo cual, parece ser, que algunos de estas obras darían una visión, complementarían una perspectiva o dimensión o visión de la historia de nuestro propio país. 

- Además de las vicisitudes que la historia acarrea, panta rhe, todo fluye, en este caso sobre este legado documental en esta ciudad de Tombuctú, en estos últimos años ha surgido el problema que grupos con ideologías radicales, han querido y quemaron unos cuatro mil manuscritos, lo cual ha llevado a la necesidad, de ser trasladados y sacados de la ciudad de forma clandestina, lo que ha sido diríamos una especie de epopeya actual, una labor ingente, un intento épico del señor  Haidara, que organizó un plan secreto para trasladar cientos de miles de obras y manuscritos a mil kilómetros al sur de Tombuctú.

- Quizás a raíz de esta realidad, de este hecho deberíamos hacernos una serie de preguntas o cuestiones…

¿Cuántas bibliotecas o archivos del mundo, libros escritos en todo tipo de materiales y soportes y lenguas, estarán en una situación similar, o estarán en una situación límite, que hay que recuperar, rescatar del olvido, archivar, documentar, digitalizar, y luego posteriormente estudiarlos y analizarlos, y que sus conocimientos entren en el magma de las culturas actuales…? ¿Cómo el Matenadaran en Armenia, Manuscritos de Sana´a en Yemen, Biblioteca Corviniana de Hungría, etc.? ¿Posiblemente existirán docenas o cientos de archivos escondidos o medio olvidados en todas las partes del mundo, quizás cientos o miles de libros manuscritos antiguos, en colecciones particulares, ya no formando archivos, sino libros individuales…?

Como dato histórico saber que el primer libro impreso en el mundo con tipos móviles, no es la Biblia de Gutemberg, sino un libro impreso en Corea ochenta años antes de la famosa Biblia. Lo cual nos demuestra que incluso hoy, nos podemos encontrar con sorpresas.

- Existe un problema hoy en el tema de la conservación que es la digitalización, en una doble problemática, por un lado, los soportes, Dvd y similares, parece ser que según estudios de la Biblioteca del Congreso de Washington, no perduran, incluso bien cuidados, no más de quince o veinte años. En segundo lugar, estaría la cuestión, de que cada década, por indicar un tiempo, los programas de relectura, de programación, de recuperación de lo grabado en esos soportes, cambian. Por lo cual, resulta muy difícil “la recuperación de materiales anteriores”.

Lo que se está planteando, que puede suceder, que hoy, que tanto material documental, se está pasando, creando, realizando en soportes digitales, telemáticos, informáticos, se cree lo que se denomina “un pozo negro documental de nuestra época”, para generaciones y siglos futuros. O dicho de otro modo, se indica que un gigabyte, de datos digitales, su conservación tiene un coste de unos cinco dólares anuales aproximadamente. Pero existen en el mundo, actualmente, se supone que en el futuro se incrementará, unos doce mil millones de gigabytes, lo cual, supondría a día de hoy, unos sesenta mil millones de dólares anuales. Lo que es una cifra enorme.

Por lo cual, se dice con cierta verdad, que hoy se puede encontrar y leer, un texto de hace miles de años escrito en piedra, o de siglos escritos en pergaminos, que se ha conservado detrás de una doble pared, durante siglos, pero hoy se perdería una enorme cantidad de documentación y datos, escritos en sistemas digitales. Lo cual nos lleva a un doble reto mundial, encontrar un sistema de conservación digital que dure siglos, y por otro lado, encontrar, sistemas que puedan leer los programas y formatos antiguos. @mundiario 

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