Málaga antigua

Málaga antigua. RR SS.
Málaga antigua. / RR SS.

Málaga que se encuentra dentro de una olla rodeada de montañas que le confieren un clima especial por tener el mar al sur de la ciudad y que recorremos a lo largo debido precisamente por las murallas naturales que nos abrazan.

Escrito con la colaboración de Juan Manuel Díaz Romero, quien durante años se ha preocupado de divulgar rincones e historia de nuestra Málaga, con quien he tenido el placer de poder disfrutar de muchos momentos de conversación y libros, y a quien con éste pequeño artículo me gustaría rendirle un gran homenaje en vida y que sea por muchos años.

Para quien le guste la historia, en este caso de Málaga, quien, como el resto de ciudades de España, ha ido sufriendo con el tiempo transformaciones de todo tipo, pero con una base que siempre denominamos el centro de la ciudad, de donde partió el crecimiento de la misma, buscando espacio vital, servicios y protección en función de la geografía.

Málaga que se encuentra dentro de una olla rodeada de montañas que le confieren un clima especial por tener el mar al sur de la ciudad y que recorremos a lo largo debido precisamente por las murallas naturales que nos abrazan.

Nuestra historia empieza el 19 de agosto de 1.487, con la entrada de los Reyes Católicos por la puerta de Granada, donde se inicia la nueva etapa cristiana en esta ciudad, buscando la restauración, religiosa, política y civil. Empezaré por los Reyes Católicos, que tomaron la ciudad de Málaga; a la máxima autoridad árabe, llamada Al Zegrí, que resistió con valentía la plaza que posteriormente perdería; este bravo defensor, fue deportado a la prisión de Carmona, donde murió años después; por este acontecimiento fueron liberados varios malagueños católicos de la esclavitud árabe. Quisiera resaltar al pintor José Moreno Carbonero, nuestro paisano, nacido en Málaga en 1.858, quien supo plasmar en su magnífica pintura la liberación virtual de los cautivos católicos de Málaga. 

Por todos estos acontecimientos y debido a la fe de los Reyes Católicos, se nombró como patrona de Málaga a la Virgen de la Victoria.   

La Málaga musulmana, estaba amurallada y tenía cinco puertas y algunos postigos, por los cuales se tenía acceso al interior de este conjunto. Iremos enumerando éstas, y sus anécdotas en el devenir de diferentes capítulos, intentando dar a conocer, todo lo relevante de éstas y posteriores épocas, de nuestra querida Málaga.

Después de la liberación de esta plaza, los Reyes Católicos decidieron colocar en el escudo de la ciudad de Málaga, a Ciriaco y Santa Paula, que habían padecido martirio en Málaga por su fe, en el mandato del romano Séptimo Severo.

A partir del siglo XIX es cuando se realizan las grandes obras urbanas, que hasta esta fecha conservaron sus trazados, según las costumbres árabes.

Santiago con la puerta de Granada; los Mártires con la de Buenaventura; San Juan con la del Puente; Santa María, en la Medina musulmana próxima a la puerta de la ciudad, y Puerta del Mar. Apareciendo topónimos, como el Calvario situado en un montículo justo a la iglesia de la Victoria aludiendo a la nueva Jerusalén. Las capitulaciones habían configurado un nuevo orden en las que estaban excluidas las minorías étnicas y una efímera judería, como más adelante veremos. 

La plaza de las cuatro calles, hoy plaza de la Constitución, era en realidad la más espaciosa, ya que todas las demás calles eran estrechas e insalubres para la convivencia humana: a excepción del centro urbano ocupado por la Mezquita, hoy Catedral, y las casas aisladas del resto de la ciudad destinadas al clero, ordenando que éstas estuvieran todas juntas, pero que al mismo tiempo tuvieran también la separación de los ámbitos urbanos; estos mandatos se llevarían a cabo años más tarde. Los oficios se ubicarán por barrios, incluso los traperos estaban instalados en la calle próxima al mar llamada Traperías o Ropa Vieja (hoy la calle Esparteros). 

El centro de la ciudad musulmana lo constituye la Medina, y la confluencia será decisiva, al calor de la multitud, surgirá dentro de este recinto el espacio comercial de La Alcaicería.

La mezquita mayor de Málaga de 1.360, fue fundada, por el Emir Mohammed, se decía que tenía cinco naves con columnas y arcos, en su tiempo tenía una amplitud enorme, célebre por su Baraca o “aliento de vida” La mezquita fue sufriendo numerosas adiciones a lo largo del tiempo y de ella la lexicografía de Cristóbal Medina Conde, muestra que alcanzó a ver antes de tocar ni reformar nada, los arcos, las columnas de sus claustros y capilla.

Los límites de la mezquita serían por el norte, la actual calle de Cister, por el S-E, una callejuela, por donde después se abriría el atrio de las Cadenas; por el S-O, alcanzaría las capillas de la nave lateral izquierda de la actual Catedral con limite en el Coro. Al célebre arquitecto  andaluz, Hernán Ruiz se le solicitó una inspección de la catedral en el año 1.554.- afirmó que en esta zona quedaban  construcciones de la mezquita aún en pie, referencia de esta inspección, llevada a cabo por tan erudito personaje; ya en la cripta del Sagrario aparece el alminar con terraza y remate, así como el paramento exterior interpretado como un muro de soga y tizón, también se empleara en la puerta de madera del crucero norte, que diseño Ventura Rodríguez, arquitecto y académico en 1.717 otra autoridad en esta materia que fue presentado al cabildo, como dibujante y diseñador excepcional como demuestran estos testimonios. 

Capítulo aparte lo forman los baños en las ciudades islámicas, el baño al igual que para los romanos es un rito de regeneración total, no sólo es limpieza, ya que más bien, se trasforma en un rito, o precepto religioso; por la ciudad de Málaga proliferaban dichos sitios con bastante asiduidad. La Alcaicería se componía todo de tiendas o zocos, acompañando a estos futuros clientes, con penetrantes olores de sus especias, que lo mismo daban recetas de belleza, o lo que había que hacer para rizarse el pelo, o arrebolar las mejillas. Hablando de los oficios los artesanos y los boticarios callejeros con sus olores cargados de almizcle, alcanfor, azahar o aloes de sugerentes aromas;  pululaban también por todas partes, los oficios de Almotacén que servían para vigilar y hacer cumplir las ordenanzas (una especie de policías), los negocios se extendían por diversas calles aproximadamente paralelas: carpinteros, zapateros, y tintoreros, todas ellas a la derecha de lo que después será calle Nueva, muy cerca de Puerta del Mar; proliferando también las casas de ramerías abundando en las zonas más próximas al mar, mostrando estos negocios la forma rectangular clásica con patio y pozo interior.

En otros momentos, les contaré otros lugares singulares de Málaga, quien acoge a todo el que quiere o necesita de ella. Dar las gracias a D. Juan Díaz, quien ha permitido la publicación de este artículo, porque algo quería realizar con él, a quien aprecio desde hace años y con quien he compartido muchas historias. @mundiario 

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