En Liétor, la mejor pintura barroca popular de España

Ermita de Nuestra Señora de Belén, en Liétor (Albacete).
Ermita de Nuestra Señora de Belén, en Liétor (Albacete).

La ermita de Nuestra Señora de Belén, en Liétor (Albacete), es considerada por muchos especialistas el ejemplo de mejor pintura barroca popular de España.

En Liétor, la mejor pintura barroca popular de España

La ermita se construyó desde 1536-1570 y las pinturas se añadieron entre 1.734--1737. Todo el interior pintado con imágenes, el retablo, las columnas, azulejos pintados. Ornamentos, decoración, santos, santas, versos y frases escritas, etc. Lo que hace una obra única y original en todo el territorio nacional.

Hoy esta obra podría ser considerada en esa mezcla entre Arte Naíf, Arte Ingenuo, Arte Otro, arte popular y tradición, en este caso tradición religiosa. Me imagino que esta obra, solo podría surgir en una ermita de un pueblo escondido en la Sierra de Segura. Parece ser, que llegó a tener el pueblo once ermitas, de las que todavía existen tres, entre las cuales la que mencionamos.

Posiblemente, en otra ciudad las autoridades eclesiásticas y civiles, no habrían permitido este tipo de pinturas, por lo cual, el autor-artista creo con cierta ingenuidad, cierta falta de academicismo de la época, creó, sin saberlo, una de las grandes obras culturales, porque la enorme expresividad y belleza de esta producción cultural, es bajo mis modestas entendederas, geniales. La ermita apareció en la película de José Luís Cuerda, Amanece que no es poco.

Aunque es de la época barroca, a mi entender, tiene rasgos, muy semejantes a las pinturas medievales, tanto murales como de códices. Cierto es, con la impronta de la influencia del Renacimiento y del Barroco. Creo que se podría indicar que es la Capilla Sixtina del Barroco Popular de, al menos, España. En estas pinturas existen multitud de contenidos teológicos, religiosos, espirituales, dogmáticos y morales del cristianismo católico.

El mejor Arte Plástico, quizás, en general, nadie se rasgue las corbatas desde la prehistoria, creemos tiene rasgos metafísicos-religiosos-espirituales, desde Chauvet, Altamira, Lascaux, estimamos o interpretamos que todo gran Arte, no significa exclusión de otros artes, todo gran arte plástico tiene tintes metafísicos-religiosos-espirituales. Esta iglesia con sus pinturas es una muestra de ello.

Podríamos indicar que las Pinturas de Altamira, la Capilla de San Isidoro en León, la Iglesia de San Nicolás de Bari de Valencia junto con esta iglesia de Liétor, podrían constituir las “cuatro grandes capillas de Celtiberia-Hispania-Iberia-Tierra de Conejos-Piel de Toro

La primera prehistórica, la segunda románica, la tercera barroca académica y la cuarta barroca popular. Podrían constituir y constituirse las cuatro como una red de grandes monumentos pictóricos de pinturas murales pintadas en estructuras religiosas-espirituales. Cierto es, que dirán entendidos y expertos, que las pinturas prehistóricas, también aplicable a Altamira, no son fácilmente interpretables, no tenemos datos suficientes para saber si eran ritos de iniciación, si eran ritos religiosos, si eran de caza, si eran reproductivos, si eran chamánicos, etc. O, si eran combinaciones de todos ellos, pero no parece irracional e ilógico y antinacional que tenga connotaciones protoespirituales, protoreligiosas, protometafísicas. El ser humano siempre está enfrentado al horizonte del misterio y del Misterio, del enigma y del Enigma.

Las artes, en general, el arte plástico en particular, tiene diversidad de finalidades-funciones-relaciones-correlaciones-interrelaciones, pero todo Arte, en general, dicho sucinta y sencilla, es, por un lado una manifestación de la interioridad humana, individual y colectiva, y, por otro lado, es un reflejo de la exterioridad, tanto social, cultural, política, económica, religiosa, espiritual… El arte y las artes, dicho de forma simple, es una especie de consuelo, catarsis, dirían algunos, una especie de imitación, mímesis, dirían otros. Quizás, ambos sentidos, estas dos interpretaciones han recorrido desde los viejos maestros griegos, Platón y Aristóteles, todos los surcos de la historia humana, de la historicidad, de la Historia…

Por esos milagros de la historia, en los que intervienen multitud de factores-variables-relaciones-ponderaciones-interrelaciones, esta ermita, estas pinturas han llegado hasta el siglo veintiuno. Es una muestra que la causalidad y la casualidad, el determinismo y el indeterminismo, se unen-besan-juntan y, producen de vez, en cuando estos enormes ramos-flores-árboles-vergeles artísticos y estéticos, llenos de significación y de significado, de contenidos y de continentes. Quizás, estas pinturas y esta ermita situada en otro lugar de esta geografía arrugada y, de tantos milenios a su espalda habrían desaparecido. Los entendidos del momento, les habría parecido, que estas pinturas estaban retrasadas, y, en el mejor de los casos, hubiesen pintados encima otros frescos más adaptados al gusto del momento…

Invito a la visita de esta ermita y de estas pinturas, porque aunque sean ateos, agnósticos, no creyentes en ninguna religión, no practicantes, esta ermita constituye una obra artística de alto nivel. Pienso que si estas mismas pinturas estuviesen en algún lugar recóndito de Francia, Alemania, Gran Bretaña, Italia, existirían filas de autobuses para ser visitadas. Porque al final, el arte, Arte, la pintura es un enorme espejo donde miramos nuestro interior. Paz y bien. @mundiario

Comentarios