Crónica de un peregrino singular permite profundizar en el fenómeno jacobeo sin imponer nada

Crónica de un peregrino singular. / Mundiediciones
Crónica de un peregrino singular. / Mundiediciones
El libro Crónica de un peregrino singular es el diálogo que el Camino suscita, los recuerdos que resurgen cuando uno mira atrás, los temores que aparecen cuando uno mira hacia adelante.
Crónica de un peregrino singular permite profundizar en el fenómeno jacobeo sin imponer nada

Existen muchos planos en los que el hombre dialoga consigo mismo. Decía el escritor francés,  Anatole France, que la mayoría de los hombres que no saben qué hacer con esta vida quieren otra que no termine nunca. Esa desorientación que a veces produce el simple hecho de vivir, desaparece en todo aquel que haya caminado a Santiago de Compostela. Crónica de un peregrino singular, pretende contribuir a ese diálogo desde el plano de la memoria universal, mediante un compendio de trabajos escritos por académicos y estudiosos del Camino de Santiago (Xesús Palmou, Marcelino Agís Villaverde, Jesús de Juana, José Manuel García Iglesias, José Eduardo López Pereira, María Josefa Sanz, Gregoria Cavero, Agustín Dosil Maceira, José Fernández Lago, María Teresa Carballeira, Marcelino Oreja Aguirre, Víctor M. VázquezPortomeñe, Eriko Teráo, Justino Rodríguez) que un peregrino anónimo, un hombre como cualquier otro, ataviado con una mochila recién estrenada, va descubriendo mientras recorre la ruta francesa desde Somport a Santiago de Compostela.

Recuerdo que fue en el pasado mes de julio, en el curso de una sobremesa,  cuando comenzamos a darle vueltas a la idea. En cuanto Xesús Palmou, presidente de la Academia Xacobea, nos sugirió a Marcelino Agís y a mí, la conveniencia de que el trabajo tuviese una perspectiva interdisciplinar y actual, pensamos que lo mejor era dirigirlo al público en general. El riesgo que corríamos era que ese público no tenía por qué compartir ni las expectativas ni los intereses de los académicos que iban a participar en el libro, así que el objetivo sería que los partícipes escribiesen en modo divulgador, que no ficción (pues no son novelistas), con capítulos cortos, la bibliografía en un apéndice y sin notas a pie de página.

Crónica de un peregrino singular es el dialogo que el camino suscita, los recuerdos que resurgen cuando uno mira atrás, los temores que aparecen cuando uno mira hacia adelante. El que fue y el que es, todo aquello que experimenta y aprende el peregrino mientras camina a través de la lectura. Y en ese sentido, inevitablemente, la crónica que escribe le ayuda a posicionarse en el mundo, a comprender que sus pasos se graban en la tierra, el barro, la hierba y el asfalto, porque el Camino le arroja algo atemporal encima, algo que está en contra de la vida de consumo rápido a la que nos vemos abocados cada día.

Estructuramos el libro en trece capítulos como guiño a las etapas primigenias que recoge el Capítulo II del Libro V del Códice Calixtino, mucho más largas que las que hoy vertebran el actual itinerario a pie. Si la guía del peregrino era una referencia entonces para cualquier viajero, ¿por qué no podía ser la espina dorsal de la crónica? En cada capítulo, cada autor ofrece uno de los puntos de vista que el mismo viaje suscita (qué es peregrinar, qué nos motiva a hacerlo, el origen del Camino, su historia y su relanzamiento, el arte, la realidad y la tradición, la picaresca, la espiritualidad, la riqueza cultural, ambiental y paisajística, el reconocimiento internacional…). El peregrino cree que de alguna manera entra a formar parte de la historia; siente que a través del conocimiento que adquiere en sus lecturas pasa a formar parte de un todo.

Crónica de un peregrino singular. / Mundiediciones

Crónica de un peregrino singular. / Mundiediciones

Y eso le hace sentir mejor.

El epílogo del libro representa el final del camino de nuestro peregrino, el final (o principio) de su diálogo interno. Sin abalorios ni armaduras, sin fronteras de idioma o cultura, Crónica de un peregrino singular es el mensaje que los autores ofrecen al lector para que el Camino sea una referencia con vocación de permanencia en el espacio y en el tiempo. Muchos indicadores apuntan al Camino como guía para la recuperación de nuestra propia identidad tras esta etapa de desconcierto en el que nos ha sumido el mundo microbiano a raíz de la pandemia. El problema es que solo somos conscientes de lo que tenemos cuando lo perdemos, pero en cuanto lo recuperamos dejamos de apreciarlo otra vez. Solo tomando conciencia de nuestra naturaleza socialmente depredadora albergaremos la esperanza de que un futuro es posible. ¿Alcanzaremos algún día el sentido de ecología integral que simboliza el Camino de Santiago? Es tan difícil la respuesta como aventurar cómo seremos en los próximos años. Este libro pretende aportar a los lectores las herramientas para que descubran aspectos imprescindibles del Camino y, a lo mejor, encontrar la respuesta a esa pregunta, sin renunciar al entretenimiento. Crónica de un peregrino singular permite profundizar en conocimiento del fenómeno jacobeo sin imponer nada; cada uno es dueño de lo que lee o hasta dónde lee, aunque nuestro deseo es que cada lector acompañe al peregrino hasta el final de su viaje y, al mismo tiempo, en el instante en que comienza a escribir su crónica:

“¿Presentía entonces que acabaría haciendo una crónica de mi viaje y de todas mis lecturas? Seguramente no. Pero cada uno de los trabajos que encontré en el camino era como un capítulo de mi viaje, algo que formaba parte de mí hasta el punto de no poder discernir dónde comenzaba mi propia experiencia y dónde la de los autores que me habían acompañado. Sumergido en la ola turística que para la celebración del día de Apóstol tendría lugar a la mañana siguiente, comienzo a escribir las primeras líneas de este libro  en un café cerca de la Plaza de Cervantes. Podía percibir el eco lejano de una gaita que, como la banda sonora de una película épica, retumba día y noche en las piedras milenarias del casco histórico desempolvando los sueños de quien algún día pensó en convertirse en alguien distinto”.

Buen camino, querido lector. @mundiario

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